CONVOCATORIAS

Desde la página de Facebook y el blog "ALEGRANZA: Hacia una Educación Poética", convocamos a docentes, estudiantes, artistas, intelectuales, y a cualquier persona, para que expresen sus planteos teóricos, experiencias o difundan contenidos vinculados con el tema. 

Fallo del concurso literario de ALEGRANZA  

Alegranza: hacia una Educación Poética no sólo difunde experiencias, genera espacios de comunicación o propone ideas en torno de la formación a partir de la poesía en su sentido más amplio, sino también desafía a la imaginación de sus lectores con propuestas escriturales, en la convicción de que en ese camino de exploración y experimentación, están las raíces más hondas de lo que buscamos. Esta vez nos aventuramos con el soliloquio y monólogo poético, de la mano del teatro, y con la microficción poética, en la senda narrativa. 




FALLO CONVOCATORIA INTERNACIONAL POESÍA ALEGRANZA

Recibidos 142 poemarios provenientes de los siguientes países: Alemania, Angola, Argentina, Bolivia, Canadá, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Italia, México, Rumania, Rusia, Uruguay y Venezuela, y confrontadas las puntuaciones dadas por los jurados Rossemarie Caballero, Evaristo Santana y Claudio Simiz, el ganador y finalistas de la Convocatoria Internacional Alegranza Poesía resultan ser los siguientes:

Primer Premio:

DESTIEMPOS, Brýn Kusikuy. Autor: MONJE, Ricardo Estanislao. Salto, Buenos Aires. Argentina.

Finalistas:

-ASÍ EN EL METRO COMO EN LA VIDA, Vencejo. Autor: FLORES, Omar Alejandro. Santiago de Chile. Chile

-BAJORRELIEVES, Anele. Autora: PAHL, Elena. Río Cuarto. Córdoba. Argentina.

-DESCARTES CONTRA LA NOCHE/Sombra&Co. Autora: BLÁZQUEZ MARTÍNEZ. Marina. Badajoz, España.

-EL ÚLTIMO JARDÍN/Eneas de Vitriol. Autor: BARBOSA HERNÁNDEZ, Christian. Hidalgo, México.

-FUEGO PÚRPURA /Kuyushi Kasei. Autor: COHEN, Marcos. San Carlos de Bariloche. Río Negro. Argentina

-LA CASA PATIO/Dev. Autor: PÉREZ BERTOLDI, Ángelo. Pampa del Infierno. Chaco. Argentina

-LA GEOGRAFÍA DE LOS CUERPOS/León Doquina. Autor: MARCHENA ALFONSO, Adolfo. Álava. España.

-LA ÚLTIMA NAVE/ J. Borges. Autor: CASTELLÁ MARTÍNEZ, Rainer. Santa Clara. Cuba.

-PAISAJE DE VERANO CON TRAMPA PARA OVEJAS/ E.R. Autor: GÓMEZ, Carlos Manuel. Santa Clara. Cuba.

El Jurado y el Equipo de Alegranza destacan la elevada calidad de los trabajos recibidos y la variedad de registros y texturas estéticas que éstos presentan. Agradecemos cada una de las participaciones, que dan cuenta de la riqueza y vitalidad que la poesía tiene en todo el mundo, no solamente como expresión estética sino también como reveladora de la diversidad cultural y sus distintas vicisitudes y experiencias.

Equipo Alegranza

Capilla del Monte, Córdoba // Ituzaingó, Buenos Aires, 9 de abril de 2022


CONVOCATORIA INTERNACIONAL POESÍA ALEGRANZA

ALEGRANZA Hacia una Educación Poética celebra dos años de trabajo compartido con docentes, estudiantes, poetas, escritores, colaboradores y lectores que nos apoyan y nos ayudan a construir y a difundir las bases de la Educación Poética.

En esta oportunidad, invitamos a participar en nuestra CONVOCATORIA DE POESÍA, de acuerdo con las siguientes bases:

1.Participación: La convocatoria está abierta a mayores de 18 años sin distinción de nacionalidad, siempre que los trabajos sean originales, rigurosamente inéditos, no premiados y presentados en español. Cada participante podrá presentar un único trabajo.

2.Género: Poesía

3.Temática: libre

4.Extensión y características de las obras: Se presentarán poemarios con una extensión de 100 a 200 versos, de tema, métrica y estilo libre. No se admiten imágenes, enlaces ni metadatos de ninguna índole. Deben contar con una carátula donde consten únicamente Título y Seudónimo.

5.Forma de presentación: Los poemarios se enviarán por correo electrónico a: alegranzaconvocatorias@gmail.com

En un mismo envío se adjuntarán dos archivos:

-uno titulado con el nombre del trabajo y el seudónimo (Ejemplo: Crepusculario_Safo) en el que se enviará el poemario;

-otro titulado con el nombre del trabajo y datos (Ejemplo: Crepusculario_Datos) en el que constarán: Nombre y apellido completo; nacionalidad; lugar de residencia; edad; teléfono de contacto, dirección de correo electrónico y foto individual.

Formato de los archivos: Hoja DIN A 4, Letra Arial 12, Interlineado 1,5; Margen Normal.

Los envíos que no cumplan con todos los requisitos no serán admitidos al certamen.

6.Acuse de recibo: Dentro de las 48 horas, ALEGRANZA hará el correspondiente acuse de recibo del material.

7.Plazo de recepción: Se recibirán trabajos desde la publicación de las presentes bases hasta las 24 horas (Argentina) del 31 de enero de 2022.

8.Proceso de selección: Los poemarios serán evaluados por un representante del equipo de ALEGRANZA y dos poetas, cuyos nombres se darán a conocer con el fallo. El jurado escogerá hasta DIEZ finalistas, de los cuales surgirán el Primer Premio y las menciones especiales que estime pertinentes. Los trabajos no seleccionados serán eliminados de la base de datos de ALEGRANZA.

9.Premios: ALEGRANZA publicará en su revista virtual el poemario ganador (completo) y una antología con las menciones especiales y finalistas, durante el segundo semestre de 2022.

Fallo: El fallo, junto con la composición del jurado, se darán a conocer durante el mes de abril de 2022.

11.Protección de datos personales: ALEGRANZA HACIA UNA EDUCACIÓN POÉTICA garantiza la política de protección de datos personales en los términos de la Ley 25.326. Los autores/autoras que resulten publicados, conservan todos los derechos sobre sus obras y autorizan a ALEGRANZA HACIA UNA EDUCACIÓN POÉTICA a realizar la difusión de sus obras, sin límite temporal ni territorial, con la debida mención autoral, sin que ello implique el derecho de pago de honorarios y/o importe alguno por cualquier concepto.


TERCERA CONVOCATORIA INTERNACIONAL ALEGRANZA


NÓMINA DE SELECCIONADOS

LILIANA WEISBEK. Argentina. La poesía haiku en las escuelas

LORENA RAMOS MUGUERZA. España. She's like a Rainbow

MARÍA ELENA BARBIERI y otros. Argentina. Animales en peligro: EducArte

NICOLÁS ALEJANDRO REDONDO. Argentina. Los títeres y objetos como medio de expresión

El equipo de ALEGRANZA agradece la participación de todas las propuestas enviadas a esta convocatoria y expresa el valioso aporte que todas ellas significan para la construcción de estrategias tendientes a consolidar la Educación Poética en las aulas.

Un agradecimiento especial a la Licenciada Adela Acevedo, que ha puesto su reconocida experiencia al servicio de ALEGRANZA, colaborando con el jurado.

Buenos Aires, 31 de Mayo 2021.

SILVIA RIVAS - CLAUDIO SIMIZ

Coordinadores



Links a los proyectos:

Proyecto Educativo Animales en Peligro: EducArte                                                    La poesía haiku en las escuelas

She's like a Rainbow                                                                              Los títeres y objetos como medios de expresión


Tercera Convocatoria Internacional Alegranza 


ALEGRANZA: "Hacia una Educación Poética" realiza su tercera convocatoria internacional; esta vez para proyectos educativos orientados al desarrollo de la creatividad, en los que estén presentes, por lo menos, dos lenguajes artísticos (Expresión corporal/Danza - Plástica/Fotografía - Música - Literatura - Teatro/Performance). Estos proyectos podrán estar formulados, en desarrollo, o concluidos; los artículos consistirán en la descripción de los mismos, sus propósitos, etapas y resultados (esto último para los realizados).

1.Participación: La convocatoria está abierta a mayores de 18 años sin distinción de nacionalidad, siempre que los trabajos sean inéditos y presentados en español. Los proyectos pueden ser individuales o grupales. Cada participante podrá enviar hasta dos trabajos, ya sea individuales o grupales.

2.Género: Proyecto educativo

3.Temática: Desarrollo de la creatividad donde confluyan, al menos, dos lenguajes artísticos (Expresión corporal/danza - Plástica/fotografía - Música - Literatura - Teatro/Performance - etc.)

4.Plazo de recepción de trabajos: Desde la publicación de estas bases hasta el 15 de mayo de 2021 inclusive.

5.Forma de presentación: Los trabajos se presentarán en archivo Word, página A4 con margen normal; Letra Arial o Times New Roman 12, a doble espacio. Extensión entre 1000 y 2000 palabras. Se admitirán hasta dos imágenes formato jpg. La presentación deberá incluir una síntesis introductoria de entre 100 y 200 palabras, y una reseña del autor/autora/grupo no mayor a 150 palabras.  Se sugiere registrar los proyectos en la DNDA (no excluyente).

6.Envíos: Se realizarán al correo electrónico alegranzaconvocatorias@gmail.com Asunto: Tercera Convocatoria Alegranza.

7. Acuse de recibo: Dentro de las 24 horas, el equipo de ALEGRANZA hará el correspondiente acuse de recepción.

8.Proceso de selección: Los proyectos serán evaluados por un representante del equipo de ALEGRANZA y dos especialistas en el área. Los trabajos no seleccionados serán eliminados de la base de datos de la convocatoria.

9. Notificación a los seleccionados: Se realizará durante el mes de junio de 2021.

10. Publicaciones: Los proyectos seleccionados serán publicados en una edición especial de la revista ALEGRANZA virtual durante el segundo cuatrimestre de 2021.

11.Protección de datos personales: ALEGRANZA HACIA UNA EDUCACIÓN POÉTICA garantiza la política de protección de datos personales en los términos de la Ley 25.326.

Los y las postulantes de las obras premiadas conservarán el Derecho de Propiedad Intelectual de acuerdo a la Ley 11.723. ALEGRANZA HACIA UNA EDUCACIÓN POÉTICA está autorizada por el o la autor/a del proyecto seleccionado y conserva el derecho de realizar la difusión de la obra, sin límite temporal ni territorial, con la debida mención autoral, sin que ello implique el derecho de pago de honorarios y/o importe alguno por cualquier concepto.



SEGUNDA CONVOCATORIA INTERNACIONAL ALEGRANZA HACIA UNA EDUCACIÓN POÉTICA
NÓMINA DE SELECCIONADOS


BOLATTI TORCASIO, Juan Cruz (Argentina). La enseñanza de los videojuegos.

GARCÍA ZEBALLOS, Juan Herminio (Argentina). El arte como camino de la educación.

IFRÁN, Raúl Oscar, (Argentina). El arte de aprender en el arte.

MARTÍNEZ MATOS, Eunice Victoria (Venezuela). Hacia una Educación Poética

MONJE, ESTANISLAO, (Argentina). La poesía a la caza del arte.


Asimismo, el jurado recomienda la lectura de los siguientes textos:

ALONSO, Fernando, (Uruguay). Aproximación poética.

BERNARDINO CASARRUBIAS, Mariana (México). El lenguaje artístico, más que una disciplina, un medio de expresión.

ESCALONA TAPIA, José Alberto (Venezuela). Poesía y ciencia: locura o necesidad.

PEÑA, Diego Armando. (Colombia). En búsqueda del ser refundido.




El equipo de Alegranza agradece el interés de todos los participantes en esta segunda convocatoria internacional, y destaca la calidad del material recibido. Los trabajos seleccionados y recomendados por el jurado, serán publicados en una edición especial de nuestra revista virtual, que estará disponible en nuestra página https://alegranza.webnode.com/ para lectura en línea o para su descarga en pdf.

Silvia Rivas - Claudio Simiz

Coordinadores

Buenos Aires, 2 de Diciembre de 2020


LA ENSEÑANZA DE LOS VIDEOJUEGOS

Por Juan Cruz Bolatti Torcasio. Argentina

El ser humano se va desarrollando cada vez más tecnológicamente, y toda la sociedad que construyó a su alrededor se adapta a estos avances. Los lenguajes artísticos siempre formaron una gran parte de esta, desde las primeras canciones de silbido y golpe hasta las últimas creaciones digitales. En los años más recientes se pudo ver que el lenguaje artístico más predominante entre los jóvenes es el videojuego. ¿Cómo contribuyen estos a la educación? ¿Son una nueva herramienta útil o un simple entretenimiento más?

Los estudiantes van a sus clases donde la educación actual no fomenta el desarrollo de la literatura, y solo se les presenta libros que no llaman su atención, los cuales se ven obligados a leer. Esto causa que terminen odiandola y que nunca le den una oportunidad. Pero luego llegan a su casa, prenden la consola o la computadora, se relajan y eligen un juego para disfrutar. Aunque el objetivo primordial de estos videojuegos sea el entretenimiento, contienen un gran valor educativo, ya que cada uno proporciona información específica en diferentes áreas, las cuales logran fomentar el aprendizaje e interés en el mismo. Por ejemplo, uno aprende más de geografía, historia e interacciones políticas en juegos de estrategia, que lo que podrían llegar a aprender en el colegio; pues en estos uno toma el control de un país real con los hechos históricos que le rodean, haciéndonos partícipes de estos, y es fácil relacionar posiciones geográficas gracias a que cada país tiene un color y su capital está a simple vista.

Este género también puede ser utilizado como un refuerzo; uno puede informarse teóricamente de los hechos pero estos pueden parecer lejanos, o incluso irreales, por lo cual la visualización de los mismos en los videojuegos colabora con la retención de los términos y acontecimientos para que estos sean recordados con la fidelidad necesaria para su puesta en práctica.

Así mismo se han desarrollado videojuegos que tienen como fin la educación, como por ejemplo Through the darkest of times (estrenado el 30 de enero de 2020 por Paintbucket Games). Este es un simple juego histórico que busca retratar las historias de los rebeldes alemanes durante el nazismo, demostrándonos una mirada diferente del suceso, haciéndonos participe de esta. Este videojuego cuenta con relatos reales e incluso con grabaciones de radio de la época, que crea una inversión completa.

Luego hay grandes obras comerciales que nos sitúan en hechos históricos como sucede en la saga Assassin´s Creed (desarrollada principalmente por Ubisoft Montreal desde 2007 hasta la actualidad), donde uno es el protagonista de lo que se lee en los libros, viviendo la cultura de la época retratada, desde el antiguo Egipto hasta la revolución francesa.

Estos videojuegos llegan a millones de personas que se nutren de su conocimiento y se interesan en los temas presentados, como por ejemplo la mitología griega, que se hizo muy popular en la última década gracias a su alta representación en los videojuegos. Si uno le pregunta a un joven sobre dioses griegos, seguramente este le conteste con el conocimiento correcto gracias a estas fuentes. En la actualidad está sucediendo algo similar, pero con otra cultura, la nórdica. No será de extrañar que en los siguientes años todos los jóvenes sepan quién fue Freyja o la historia verdadera detrás de Thor.

Puede que uno solo busque disfrutar de una simple y hermosa obra artística como lo haría con una novela, aprendiendo de su estructura e innovando nuestra creatividad, y para eso hay todo tipo de obras que destacan de una jugabilidad simple para enfocarse en lo que sucede en la pantalla y no en tus acciones.

Todos estos videojuegos incitan al estudiante a desarrollarse en el tema deseado, gracias al sistema de imitación. Cuando un chico juega a un juego de karate, va a despertar un interés por ese arte, e intentará copiar las cosas que ve. En su esfuerzo aprenderá que no es tan fácil como parece, que pegarle a cosas sólidas duele, y que tiene que limitar su fuerza cuando intervienen otras personas. Para que este pueda realizar la práctica de manera correcta, necesita ser guiado por mayores capacitados, lo cual le enseñaran todo lo que conlleva la disciplina.

Pero el contenido no es lo único dentro de los videojuegos que aporta a la educación, ya que en la mayoría de estos uno debe buscar patrones constantemente, lo cual genera que el individuo vea y escuche más de lo normal. De esta manera uno aprende a prestar atención a cosas que normalmente ignoraba, mejorando así su concentración. Esto incluso puede ser usado como método de alivio de traumas, haciendo que la mente se enfoque en estos patrones antes que los hechos traumáticos.

Todas estas afirmaciones contribuyen a que la idea de educarse y divertirse no tienen que estar necesariamente separados, sino que pueden utilizarse conjuntamente para una mayor comprensión de lo que se busca aprender, debido a que cuando uno disfruta, presta más atención a los detalles y luego recuerda mejor las cosas.

Cuando uno se encuentra con un problema en un juego, aprende de sus errores y recibe una recompensa casi instantánea, o al menos una confirmación de que esa recompensa va a llegar, y esto incita a los jóvenes a aprender por decisión propia. En cambio, cuando uno lee, ve una pintura, escucha música, o ve una serie, no se ve tal recompensa, y menos aún si estas expresiones artísticas son impuestas por un tercero. Cuando uno recorre las calles de Egipto en un videojuego, se vuelve parte de su mundo y de su cultura. Cuando uno lo lee para dar un examen sobre este mismo tema, lo termina odiando porque le recuerda el estrés de estudiar, además de que parece un tema ajeno. Con el videojuego se aprenden complejos mecanismos mientras te divertís y desarrollas tu habilidad espacial junto a tu tiempo de reacción. Sin duda es un gran método de aprendizaje que se podría aplicar de diversas formas en un futuro sistema educativo, donde el interés sea el motor impulsor del alumno y no la necesidad de aprobar. Además, es uno de los más inmersivos lenguajes artísticos, y su aplicación solo beneficia al estudiante.


Bibliografía:

-El videojuego a través de David Cage.

-Identidad gamer: videojuegos y construcción de sentido en la sociedad contemporánea de Daniel Muriel.

-Persuesive games: The expressive power of videogames de Ian Bogost

-Effects of video game playing on measures of spatial performance: Gender effects in late adolescence de Lynn Okagaki

JUAN CRUZ BOLATTI TORCASIO. Nací en el año 2002 en Buenos Aires, y allí mismo me dedico a tomar café, programar, estudiar y escribir.



EL ARTE COMO CAMINO DE LA EDUCACIÓN

Por Juan Herminio García Zeballos. Argentina

La palabra "método", vocablo de origen griego, significa etimológicamente "el camino a recorrer hacia el objetivo", por consiguiente, parafraseando al filósofo francés René Descartes, lo más importante en todo análisis es tener un buen método, es decir, saber cuál es el camino que nos permita alcanzar la meta.

La Educación, como proceso, no es ajena a esta regla; ya desde la Antigüedad, el estudio de la pedagogía, como ciencia de todo lo relativo a conducir e inculcar las enseñanzas y conocimientos, ha buscado a través del tiempo diversas estrategias para lograr que esa trasmisión de saberes se produzca correctamente, en especial a las nuevas generaciones.

Sin entrar a discurrir sobre el éxito o fracaso de dichas metodologías, por cierto cambiantes según lugar, tiempo y sociedad, se reflexionará libremente en el presente escrito sobre el arte en general como camino del aprendizaje y sobre la literatura poética en particular, a modo de método específico para dicho fin, empleándola como herramienta didáctica en pos de una mejor comprensión de temas puntuales, todos pertenecientes al campo de las Ciencias Sociales como lo son la Historia y el Derecho, sin perjuicio de poder hallar también ejemplificaciones en el campo de la Filosofía.

Es importante destacar que el arte acompaña al ser humano desde sus orígenes o al menos desde los orígenes conocidos, así, las pinturas rupestres en cuevas, las esculturas totémicas o los colgantes ornamentales, entre otros, forman parte de un acervo cultural artístico primitivo que demuestra una necesidad vital de la especie por manifestarse a través del arte, a modo de expresión propia desde la más remota edad.

Viajando velozmente en el tiempo, podemos encontrar situaciones donde el arte no sólo hace crecer a la Humanidad, sino que también la dignifica y hasta la salva de su destrucción, aún en casos extremos como lo son los conflictos armados.

De este modo, durante la guerra de independencia helénica, el ejército turco se atrinchera en la Acrópolis de Atenas y ante la escasez de balas, empieza a fundir hierros de los edificios con la subsiguiente destrucción del patrimonio cultural; el general griego a cargo del ataque ordena un alto el fuego para entregar municiones al ejército enemigo, pues sostiene que Grecia puede perder una batalla, pero nunca su Acrópolis.

En 1944 y ante el avance de las tropas Aliadas hacia París, luego del desembarco en Normandía, Hitler ordena dinamitar la capital de Francia, pero el oficial alemán a cargo de la ciudad decide desobedecer por cuanto no considera justo destruir una obra artística semejante.

Valgan entonces estos dos relatos como muestras de lo que la sensibilidad hacia el arte puede lograr, incluso en momentos límite.

Ahora bien, la poesía constituye una vertiente artística donde se expresa la realidad, la ficción o la metáfora, lo que a su vez la hace acreedora de una gran cantidad de funciones.

Unos versos con rima aprendidos en la infancia pueden constituir un tesoro para toda la vida que se heredará de generación en generación; una poesía profunda puede emocionarnos o alegrarnos y hasta un canto poético histórico o político puede exponer determinados temas con mayor claridad que un largo discurso gubernamental.

En todos los casos mencionados, la poesía aprendida será de suma ayuda para enfrentar momentos difíciles en la vida como, por ejemplo, una convalecencia de una enfermedad o por qué no decirlo también, las medidas de aislamiento establecidas en caso de pandemia. En dichos supuestos, el tener guardado en nuestro interior todo ese saber poético, el recordarlo y recitarlo puede hacer más tolerable aquello que, lamentablemente, toque afrontar.

Asimismo, y ahora sí entrando en un plano netamente pedagógico, en la poesía tanto popular y anónima como en aquélla con firma de autoría, se pueden encontrar elementos que permitan ilustrar la explicado desde lo teórico y de esa manera, aumentar el acto de conocimiento. He aquí algunos de ellos.

Durante 1806 y 1807 tuvieron lugar las invasiones inglesas al Río de la Plata; en la primera de ellas donde el virrey español, Marqués Rafael de Sobremonte, huyó a Córdoba con el tesoro, el imaginario colectivo inventó coplas al respecto, entre las que podemos destacar "Ingredientes de que se compone la quinta esencia de SobreMonte":

Un quintal de hipocresía

tres libras de fanfarrón,

y cincuenta de ladrón

con quince de fantasía,

tres mil de collonería;

mezclarlas bien y después

en un gran caldero inglés,

con gallinas y capones

extractarás los blasones

del más indigno Marqués.

Esta rima popular, puede ser empleada durante una clase de Historia argentina, para poner a las claras la conducta del virrey vista desde la opinión pública de entonces, virrey a quien y pese a no ser del todo así, se lo rotuló tradicionalmente de cobarde frente a la agresión extrajera.

Otro ejemplo donde la poesía es utilizada para, artísticamente, denunciar realidades políticas marcadas por la corrupción y el poder que da poseer plata, lo constituye el poema "Poderoso caballero don Dinero" de Francisco de Quevedo, del cual podemos extraer la siguiente estrofa:

Es galán y es como un oro;

tiene quebrado el color;

persona de gran valor

tan cristiano como moro;

pues que da y quita el decoro

y quebranta cualquier fuero,

poderoso caballero

es Don Dinero.

La letra es muy precisa y releva de efectuar mayores comentarios.

Pasando ahora al campo de las Ciencias Jurídicas, también la poética se ha encargado de relatar sucesos que pueden ser calificados desde lo legal o como en el siguiente caso, desde la ilegalidad, por cuanto el crimen de matar a traición durante un combate fue siempre sancionado, primero de forma consuetudinaria y actualmente mediante su tipificación penal como crimen de guerra.

El fragmento que a continuación se transcribe, pertenece al romance "Álora la bien cercada" del romancero español y en él se narra la lucha entre moros y cristianos por la toma de un castillo de esa ciudad del sur español, en 1434.

Álora, la bien cercada,

tú que estás en par del río

cercote el Adelantado

una mañana en domingo, (...)

Allá, detrás de una almena

quedado se había un morico

con una ballesta armada

y en ella puesto un cuadrillo.

En altas voces diciendo

que del real le han oído:

¡Tregua, tregua, Adelantado,

por tuyo se da el castillo!

Alza la visera arriba

por el ver el que tal le dijo:

asaetárale a la frente

salido le ha al colodrillo. (...)

Esta poesía medieval describe las acciones bélicas desplegadas para tomar un castillo en la hoy localidad malagueña de Álora y cómo de manera traicionera uno de los defensores finge la rendición (típico acto de perfidia), para matar a traición a su enemigo, quien de buena fe cree en lo que se le dice y comete una imprudencia al bajar la guardia, lo que le cuesta la vida.

Muchos romances y éste en particular, pueden servir como una introducción a temas históricos (la guerra para echar a los árabes de España) o incluso jurídicos, como el que se acaba de describir.

Por último y adentrándonos en el vasto campo de la Filosofía, una parte de "El Golem" de Jorge Luis Borges, puede utilizarse para enseñar y reflexionar acerca de la teoría de Platón sobre el mundo de las ideas (el Topus Uranus) y cómo éste da nombre a las cosas y a su vez sirve de molde a todo lo que nos rodea, por cuanto genera un modelo previo a la existencia material del objeto, copia defectuosa de la perfección ideal.

Si (como afirma el griego en el Cratilo)

el nombre es arquetipo de la cosa

en las letras de "rosa" está la rosa

y todo el Nilo en la palabra "Nilo".

Esta poesía nos lleva a pensar si las cosas poseen un nombre determinado previamente y al llamarlas como tales, sólo declaramos aquello que ya existía o si por el contrario y como se sostuviera contrariamente, en realidad cada nombre obedece a una convención cultural determinada a posteriori. Al igual que el ajedrez, dicha polémica también es o puede ser, infinita.

Luego de haber comentado generalidades sobre el arte y sus alcances y dentro de éste, enfocarse en la poesía para analizar cómo su aprendizaje e interiorización pueden ser de mucha utilidad ante la adversidad, concluimos este somero escrito reflexivo mediante textos de poesía épica u ontológica que pueden ser tomados como elementos de pedagogía, en favor de una mejor técnica de enseñanza y por ende de una mejor educación.

He ahí la gran posibilidad del mundo poético.


Juan Herminio García Zeballos. Buenos Aires, 1976. Abogado. Docente universitario en la asignatura Derecho Internacional Público de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Universidad Nacional de La Plata. Argentina. Docente de Ciencias Sociales, a nivel de Bachillerato, en escuelas del Municipio de La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Aficionado a la Literatura.



EL ARTE DE APRENDER EN EL ARTE

Por Raúl Oscar Ifrán. Argentina

1-El lenguaje poético como herramienta de aprendizaje.

El lenguaje poético es un camino muy especial, al que no todos resulta fácil caminar pero al que todos pueden acceder. No se trata sólo de un medio de expresión de la lengua. Es una auténtica actitud, una manera de pensar que, con la práctica, se transforma en una manera de vivir y de reaccionar ante las situaciones cotidianas. Es una atalaya desde donde se pueden avizorar los planes de estudio con su perspectiva singular.

El buen decir, siempre, es evidencia de un buen pensar, y un buen pensar es una vía fluida para un buen aprendizaje. En el futuro, habrá sido una manera efectiva para un buen organizar, un buen trabajar y un buen resolver cuestiones de varia especie.

Adquirir soltura en el lenguaje poético desarrollará un amplio espectro de capacidades. El que domina las técnicas del lenguaje artístico no lo hace mecánicamente, lo hace porque sus engramas mentales dominan este instrumento. Es como una moneda que se hace fuerte porque tiene valores de reserva que la apuntalan. El que logre este dominio será capaz de combinaciones e interpolaciones, no encontrará dificultades mayores, ó las verá reducidas, en otros temas como la ciencia, las matemáticas, la física, la historia. Todo conocimiento es traducible al lenguaje poético ó artístico como si, realmente, se tratara de un nuevo idioma.

Comprender las lecturas y las maravillas de nuestra lengua despertará la comprensión de otros tópicos que, a priori, parecen inconciliables. El dominio del lenguaje poético aparejará, tarde o temprano, la acometida del alumno a sus propias creaciones. Crear significa perder miedos, tener seguridad, fortalecer la auto estima, disfrutar la disciplina.

No todos tienen apetencia por la belleza formal de la expresión poética, pero el trabajo sostenido en los claustros de estudio, en las aulas, auspiciará la integración, la formación de grupos, convertirá intereses individuales en colectivos, incorporará opiniones y voluntades y cada quien hará su aporte y de esta manera se sumará de manera efectiva a esta idea.

Las comodidades tecnológicas actuales favorecen las propuestas del lenguaje poético con su fácil acceso a las bibliotecas digitales, a talleres literarios o musicales, a los foros de los especialistas, a videos relacionados con distintas formas de expresión artística y a la posibilidad de realizar presentaciones propias que fortalecen el aprendizaje y el intercambio. El mundo se abrirá, de esta manera, a una visión poética y creativa global.

El aprendizaje se convertirá en un arte, y aunque el arte no es cosa sencilla ni ligera, es muy divertido y gratificante.

2-De lo elitista a lo popular. Lenguaje poético para todos.

Existe el prejuicio de que los lenguajes artísticos son propiedad de una élite minoritaria y nada es más erróneo. Es sabido que Jorge Luis Borges era un obstinado buscador de grafitis en paredones de los suburbios y en el fileteado de carros lecheros y camioncitos de mudanza. Los autores de esta poesía anónima y callejera no eran académicos, eran auténticos filósofos y poetas de barrio. Sus rudos quehaceres no mellaban en nada el espíritu exquisito de su pensamiento. Sus almas, en el fondo, eran tocadas por una musa milagrosa que había pasado volando por extramuros.

Hoy, no es raro observar ni escuchar a los jóvenes que rapean en plazas, parques y trenes. Esta inesperada actividad no está reñida con el lenguaje poético aunque utilicen argots o jergas exclusivas del hip hop y hayan sido considerados durante mucho tiempo como una subcultura marginal. El Ministerio de Cultura de la Nación, con mucho tino, ha organizado un glosario de términos de rap, oficializando ó reconociendo esta movida cultural que tiene, a no dudarlo, muchos seguidores y que ofrece una herramienta de expresión a un sector relegado de la sociedad.

Detrás de la forma, que no todos entienden y aceptan, subyace la intención de hacerse escuchar pidiendo oportunidades, amor, justicia e igualdad de un modo pacífico y artístico. Constituyen, si observamos sus repentizaciones e improvisaciones, una versión urbana de nuestros célebres payadores que sí son tenidos, tradicionalmente, como auténticos artistas.

El artista marginal, al encontrar una vía que canaliza el tren de sus necesidades, desecha otros medios que, a menudo, suelen ser violentos o vandálicos. La expresión es una gran descarga emocional, cuando uno consiguió decir la idea que lo acosa ya no necesita romper nada, ni prender fuego o tirar piedras. Hace una mirada lírica de su realidad complicada. No es extraño ver a cartoneros que editan sus libros en editoriales emergentes que reciclan el producto de sus recolecciones diarias. Uno llega a maravillarse con la cruda poesía estampada en esos volúmenes de aspecto áspero. Esta actividad impensada nos hace entender que en los barrios marginales también es propicia una educación basada en lenguajes poéticos ya que en ellos hay material humano con muchas aptitudes. Terreno propicio para la siembra. La cosecha será útil para todos.

Las nuevas generaciones siguen el ejemplo de sus predecesores. Esto significa que si los mayores adoptan lenguajes poéticos, o lenguajes artísticos, en su diario devenir, sus descendientes no tendrán mucha dificultad para adoptar estos lenguajes como algo natural. El lenguaje poético tiene que estar al alcance de todos, porque cuando comienza a fluir, se torna irresistible aún para aquellos que se muestran reacios a su manejo por considerarlo inútil. No va a cambiar las realidades de cada uno, pero es muy distinta una casilla de chapa oxidada completamente descuidada que otra pintada con esmero y con un jardín en el frente. Aunque la situación siga siendo la misma, el estado de ánimo que proponen será distinto.

3-Cómo introducir el lenguaje poético como plan de aprendizaje.

En una sociedad marcada por la urgencia, por la necesidad de resultados, por el imperio del triunfalismo rápido, el lenguaje poético parece un anacronismo. Los hombres hablan lenguajes diferentes y por eso no se entienden y no se ponen de acuerdo. La diferencia de expresión marca, sin duda, diferencias de modos de pensar.

Si el lenguaje poético se impone, a la manera de un esperanto universal, los hombres seguirán con sus ideas particulares pero tendrán un punto en común, un puerto conciliatorio, una misma rama desde donde echar a volar los pájaros de sus discusiones. Es importante tener algo que sea lo mismo para todos. Este "algo" hará que las grietas se arrimen, que los antagonismos se suavicen, que se pueda intercambiar con altura la visión de antinomias y diferencias. Me atrevo a decir que una educación basada en el lenguaje poético puede significar el principio de una nueva sociedad, más tolerante, pacífica y bien intencionada. El que habla con belleza no puede tener basura en el interior de su cabeza y su corazón. Dime cómo hablas y te diré cómo sientes, dice un viejo adagio.

Es necesario, entonces, comenzar a introducir el lenguaje artístico en la educación desde la más temprana de las etapas. Los niños absorben con gran firmeza lo que van aprendiendo en sus primeros años, y el lenguaje poético es algo maravilloso, que les hará bien a lo largo de la vida y al que siempre quedarán agradecidos. Poco a poco, imperceptiblemente si es necesario, que no asuste ni escandalice, gota a gota. La gota de agua termina horadando las piedras decían los chinos. Sin pausa, claro, porque las pausas distraen y debilitan. Lenguaje poético todos los días en las pequeñas tareas, aunque la asignatura no tenga que ver con lo poético ni con la lengua. Hay poesía flotando en el universo esperando que se la tome y se la use. Nada que sea cubierto con el barniz de la poesía volverá a ser lo mismo ni volverá a ser visto de la misma manera.

Hay que alentar toda vez que esta herramienta sea interpretada y activada. Aplaudir al que logre traducir, con sus medios y capacidades, el lenguaje cotidiano en lenguaje poético. Los resultados asombrarán a todos a su debido tiempo.

Raúl Oscar Ifrán. Escritor, dibujante y músico de Punta Alta, Buenos Aires. Uno de los ganadores, recientemente, del Premio de Poesía Luis Alberto Ambroggio de Miami y expositor en el I Festival de Poesía Ecológica Flores de las Galápagos. También, hace una semana, ganador del I Premio de microrrelatos Cardenal Mendoza. Parte de su obra está en antologías de Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Puerto Rico y Méjico.




HACIA UNA EDUCACIÓN POÉTICA

Por Eunice Victoria Martínez Matos. Venezuela

A manera de introducción, puede afirmarse que la poesía es esa complicidad que existe con la palabra y que transciende al mismo lenguaje de las calles, lenguaje que no se estanca, ni se impregna de moho; sino, que siempre está en movimiento. El poema rompe con los grilletes de la realidad y va más allá de ella. "La poesía juega con las palabras, las acomoda a su antojo y las usa de manera muy diferente a como se hace en el habla diaria" (Gallardo, 2010, p.8). Entonces, la poesía va más allá de lo razonable, pateando la racionalidad. Sin embargo; conserva en sí misma la facultad de discurrir sobre la idea, la imagen que va en consonancia con toda la estructura del poema.

Dice el gran Octavio Paz (1990) que la poesía

Es un conjuro verbal que provoca en el lector, o en el oyente, un surtidor de imágenes mentales. La poesía se oye con los oídos pero se ve con el entendimiento. Sus imágenes son criaturas anfibias: son ideas y son formas, son sonidos y son silencio (p. 224).

Además, la poesía tiene en sí misma un poder sobre el autor y el lector. Puede llegar a construir, alegrar, inspirar y romper la fibra del ser. Por lo cual, se diría que es valiente quien la lee, y más aún, quien la escribe, pues deja un poco de él-muchas veces partes que ni él mismo conoce-en el papel.

Desde la antigüedad, la educación y la poesía han sido fundamentales para el desarrollo humano. La poesía solía utilizarse como fuente de aprendizaje. Según Octavio Paz (1990), era un elemento importantísimo en el proceso enseñanza aprendizaje, el referido autor expresa que

En la antigüedad la poesía era una materia central en el curriculum de los jóvenes. Así, al lado de la educación cívica y religiosa y de los ejercicios bélicos, la poesía era una iniciación a la vida adulta en sus dos grandes vertientes: la acción y la contemplación (p. 212).

Así pues, le otorgaron a la poesía uno de los escalones más altos en la formación de los individuos. Esto desencadenaba que las personas fuesen influenciadas por la escritura poética, que luego se convertía en la voz de los discursos. En este sentido, la poesía jugaba un papel importante en la educación antigua.

Los poetas eran relevantes en la educación antigua. Según Marrou (2004), las más reconocidas composiciones poéticas eran usadas por la educación como textos base, entre ellas estaba la Ilíada y la Odisea.

Ahora bien, ¿Por qué en nuestro calendario actual la poesía y la educación muchas veces no se hablan? ¿Por qué la educación no le otorga a la poesía la atención que merece? Es importante entonces, comenzar a transitar por la senda que nos lleve hacia una educación poética.

Navarro (2016), afirma que "es cosa de nuestro siglo que la poesía parece que ha perdido su lugar primordial en la educación de los más jóvenes" (p. 66). Y no hay más que ir a siglos pasados, luego mirar el presente, para concordar con el autor. Hace tiempo atrás, la poesía era usada como método de aprendizaje, los alumnos se aprendían versos de poemas relevantes. Es importante notar la relevancia que le otorgaban los padres a la poesía; ellos (los padres) "... consideraban que la poesía tenía que ocupar un lugar importante en la educación de sus hijos". (Navarro, 2016, p. 66).

Resulta evidente, por consiguiente, que a la poesía no se le ha dado el puesto preeminente que merece, dentro del ámbito educacional. En otras ocasiones solo ha sido mirada desde lejos o, en el mejor de los casos, por encima; ignorando la relevancia que ésta ha tenido a lo largo de la historia y pasando por alto la importancia que la poesía tiene en el desarrollo cognitivo de las personas. Octavio Paz (1990), afirmaba que la poesía es el gimnasio de la mente y el musculo la imaginación, lo que capacita a la persona para reconocer las diferencias y descubrir las semejanzas.

La poesía, ha sido usada como método pedagógico para el aprendizaje, siendo así protagonista de la educación y de la sociedad en general. No obstante, en la actualidad, la relevancia de las letras poéticas ha quedado relegada a solo conceptos básicos de la poesía, que luego quedan atrás cuando el educador y el estudiante pasan página.

Es interesante lo que Navarro (2016) afirma acerca de la educación y la poesía "...la crisis de la educación también es una crisis de la poesía" (p. 216). En algunos casos, el producto de esto es que la poesía ha sido bajada del escalón en el que se encontraba y no se toma en cuenta como en muchos años anteriores. De igual manera, muchos han creído que la poesía es cosa del pasado, que su época ha quedado atrás o que es vaga, adjetivos que claramente erran al blanco. "Estudiar poesía es estudiar los sentimientos, las emociones, el estado anímico del yo lírico y la respuesta, muchas veces emocional de los lectores" (Gallardo, 2010, p.2). En consecuencia, la superación de la crisis en la calidad educativa pasa, indefectiblemente, por incluir en el curriculum de la escuela a la poesía; retomándola como un contenido necesario para el proceso enseñanza aprendizaje.

Es por ello que, en contra de pensar que la poesía tiene que ser salvada, debemos nosotros dejar que el lenguaje, imágenes, emociones, ritmo y demás toquen nuevamente nuestros corazones y corramos a abrirle las puertas sin espera.

El poeta Paz (1990) afirma que "mi severidad con los profesores se debe a que creo que la continuidad de la tradición poética depende de ellos en buena parte. Sin los pedagogos griegos, nadie habría recitado los poemas homéricos y Grecia no hubiera sido Grecia" (p.115). Así pues, no se puede obviar el protagonismo que tiene el docente en este tema. "El docente tiene que romper con la realidad, con las ataduras a las normas y moldes y entrar al mundo del sueño, de la emoción que está en el poema". (Gallardo, 2010, p.10). Por tanto, urge que los programas de formación para los docentes incluyan a lo poesía como contenido necesario; además, que los sistemas educativos formales capaciten en este sentido a los docentes en ejercicio.

En este sentido, la poesía se convierte en un puente entre el educador y el alumno, donde el maestro utiliza la poesía y los poemas para el aprendizaje y la comunicación de habilidades lingüísticas. Así pues, la educación y la poesía debe volver a tener un estrecho vínculo, conectarse, ir de la mano, deben volver a convivir.

Muchos son los elementos que influyen en el camino hacia una educación poética, desde el Estado, recorriendo el sistema educativo, los alumnos y hasta la sociedad en sí. Sin embargo, hay circunstancias que adversan u obstaculizan tal camino, al respecto Antoine Compagnon (2008), afirma que

... el lugar de la literatura ha mermado mucho en nuestras sociedad desde la última generación: en la escuela, donde los textos documentales la desplazan, o incluso la han devorado; en la prensa, que atraviesa ella misma una crisis quizá mortal y donde las páginas literarias se marchitan; en el ocio donde la aceleración digital recorta el tiempo disponible para los libros (p. 23).

Como consecuencia, la poesía ha salido -por la puerta de atrás-del ámbito educativo. Aunque tiempo atrás, ya Locke (1986), había arrojado golpes con letras acerca de este tema. Decía que:

Si el niño no tiene el genio de la poesía, es la cosa más irracional del mundo atormentarle y hacerle perder su tiempo imponiéndole un trabajo en que no pueden triunfar [...]. Me parece, por el contrario, que los padres deberían desear sofocar y reprimir esta disposición poética todo lo posible; y no veo por qué puede desear un padre hacer de su hijo un poeta, si no quiere inspirarle también el disgusto por las ocupaciones y los negocios de la vida. Pero éste no es el mayor mal. En efecto: si el joven consigue ser un rimador afortunado, y llega a adquirir la reputación de un poeta, que se considere en qué sociedad y en qué lugares perderá su tiempo, probablemente, y también su dinero; porque raras veces se habrá visto que se descubran minas de oro y plata sobre monte Parnaso (p.232).

La declaración de Locke (ob. cit) trae a todos al presente, y son de importancia para dejar ver esa resistencia del uso de la poesía en el contexto educativo. Pese a lo expresado por el citado autor, debe afirmarse que la educación y la poesía tienen una estrecha relación entre sí, "...a partir de ellas se conforma y se transforma, a lo largo del tiempo, nuestra concepción del mundo y de la vida" (Navarro, 2016, p.21).

Es totalmente cierto que no todos los estudiantes van a ser poetas o escritores, pero el objetivo es "formar alumnos competentes en las habilidades lectoras, capaces de comprender, interpretar y disfrutar el fenómeno poético" (Gallardo, 2010, p.6). Además, de que la poesía abre un nuevo mundo de significado, de imágenes, de observación y del leguaje que pueden ser muy útiles para el alumno. Asimismo, la poesía, en las manos adecuadas, puede ser una herramienta muy útil para otras materias a fines.

Para Calvo (2015) abrir la puerta de la escuela a la poesía es abrir al estudiante, por poco recorrido de vida que tenga, una ventana a una cultura plural, en este sentido, afirma que en la escuela no se deben formar:

"sólo lectores sino, fundamentalmente, seres capaces de tomar la palabra. [...] Lo único que la escuela puede -y debe- hacer es ofrecer la posibilidad de que el niño se apropie libremente de la palabra y la utilice para decir aun lo opuesto a nuestro pensamiento" (p.50 ).

La educación y la poesía entonces deben volver a tomar las agujas y comenzar a tejer y a influir-en este caso-en la práctica educativa, puesto que, como hemos visto, tienen lazos estrechos basados, principalmente en el lenguaje que de allí parte al estudio de textos que puedan ser de alumbramiento al conversarlos, analizarlos y reflexionarlos.

Si somos educados con poesía vamos a aprender a pensar, a hablar, a observar, a imaginar, a extender el vocabulario, vamos a tener algo interesante que decir.

Sería maravilloso que, por medio de la buena educación poética, más y más estudiantes se animaran a transitar el camino de la poesía, experimentar este arte, que a través de la palabra expone, rompe y recompone el pensamiento.

La educación y la poesía nunca acabarán, ambas vienen de generaciones anteriores y siguen a las generaciones actuales y posteriores, en donde cada generación modifica y renueva su cosmovisión, éstas son un modo de vivir, de mirar el mundo. La práctica educativa debe tener dentro de ella una mirada poética, una que cambie de carril y comience a transitar el camino que se dirige hacia una educación poética para la construcción de un mundo mejor, signado por valores como el amor, la paz, la justicia y la tolerancia.

Referencias Bibliográficas

Calvo, Mercedez. (2015). Tomar la palabra. La poesía en la escuela. México, D.F.: Fondo de cultura económica.

Compagnon, Antoine. (2008). ¿Para qué sirve la literatura? Barcelona: Acantilado.

Gallardo, Isabel. (2010). La Poesía En El Aula: Una Propuesta Didáctica. Revista Electrónica publicada por el Instituto de Investigación en Educación. Universidad de Costa Rica.

Locke, John. (1986). Pensamientos sobre la educación. Madrid: Akal.

Navarro, Raúl. (2016). La Voz De La Poesía En Educación: Una Lectura Desde La Pedagogía. Barcelona.

Paz, Octavio (1990). La otra voz: Poesía y fin de siglo. Barcelona: Seix Barral.


Eunice Victoria Martínez Matos. Nace el 27 de Noviembre de 1998 en el municipio San Francisco del estado Zulia, Venezuela. Sus poemas han sido publicados en antologías de las revistas digitales Perro Negro de la Calle, Almicidio, revista UNUS y en las revistas Argentinas El País y Literaria Pluma. Actualmente estudia Educación mención Orientación en la universidad del Zulia y también Educación Mención Música.



POESÍA A LA CAZA DEL ARTE 

por Estanislao Monje. Argentina

PINTÓ VIDA

¿Quién puede negar la relación de la pintura con las letras? Los realistas, no. En vano abjuraremos contra este enlace, cuando tenemos a la mano el ejemplo de "El Matadero" ("En fin, la escena que se representaba en el matadero era para vista no para escrita"), o los artículos de Larra ("no pudiendo impugnar la sociedad, no nos queda otro recurso que pintarla"[i]).

Sin embargo, es posible señalar otros puntos de contacto, que imponen mayores y más justos enlaces y, si se quiere, demuestran la plasticidad de la escritura del mismo modo que permiten pensar en la posible lectura de un cuadro. Porque, ¿qué hacemos si no leer cuando estamos frente a una obra pictórica? La relación entre el ojo y el color, la línea, la forma, la composición, el movimiento, es decir, todo aquello que constituye una trama y que requiere un recorrido, no difiere de la operación lectora; por otro lado, es inobjetable que al leer, en parte, traducimos en imágenes las palabras. Todo poema, supongo, puede recalar en alguna imagen, incluso aquellos de raigambre filosófica, como la poesía de Pessoa o la de nuestro Juarroz. Aunque toda poesía es una abstracción, porque toda palabra lo es, la imagen está allí para patentar las posibilidades del poema en algunos de los aspectos de su componente visual. Pienso, por ejemplo, en el objetivismo de Joaquín Giannuzzi. En su "Poética", Giannuzzi sentó las bases de un modo de escribir a pura observación, con atención en lo preciso; y por más que fuera acusado de una especie de estatismo descriptivo, después de leerlo puede decirse que es sobre todo en la imagen -como resto y rastro- donde uno percibe que allí hubo un poema.

"Sobre su mesa de luz
digamos que vio una lámpara,
una radio portátil, una taza azul.
Vio cada cosa solitaria
y vio su conjunto.
Todo eso ya tenía nombre.
Lo hubiera escrito así.
¿Necesitaba otro lenguaje,
otra mano, otro par de ojos, otra flauta?
No agregue. No distorsione.
No cambie
la música de lugar.
Poesía
es lo que se está viendo".

En una ocasión, un estudiante describió su situación personal dibujando en letra con contorno la frase "ODIO MI VIDA". Me lo mostró y me dejó sin palabras. Di una vuelta por el salón y volví al punto de encuentro. Vi la cartuchera rebosante de lápices de colores: "elegí una palabra de la frase y pintala", le ordené. Di otra vuelta y me concentré en la esperanza. Cuando regresé me aguardaba la palabra "vida" en multicolor. Respiré. Hablamos del asunto. Rescatamos la expresión "pintó vida" para el nombre de algún grupo de trabajo que fantaseamos con crear.

Rimbaud fue iluminado en su "Soneto de las vocales" y arrojó luz sobre una posible asociación de los sonidos vocálicos con los colores. Suelo proponer tales asociaciones en espacios de taller. Nadie duda en vincular letra con color, en entregarse al juego sin problemas y sin temores. ¿La A es blanca o negra?, ¿y la E? ¿La I es roja o verde? ¿A la O o a la U corresponde el color azul? Quien desee conocer o recordar las opciones de Rimbaud puede ir al soneto pero también podrá abrir la paleta de su imaginario y jugar al empaste. Si, como escribe Giannuzzi, "poesía es lo que se está viendo" y la música tiene un lugar, se podría teñir en la escucha el color necesario del poema. La materialidad de la letra, desde los jeroglíficos hasta la imprenta, nos pone el dibujo delante de nuestro campo visual. Lo comprobé temprano, cuando mi abuela Hortensia me enseñó a dibujar la inicial de mi apellido. Acaso sea posible pensar la poesía como una mancha, como un borrón que al discurrir, lo mismo que en la operatoria de cargar y hacer rodar un pincel, más que componer una imagen preconfigurada, provoca deslizamientos, depara una textura, despierta una alusión.

DANZA CON LOGOS

Podemos acordar/nos que todo poema tiene un movimiento. Pues bien, lo tiene. ¿Dónde radica? ¿Qué lo genera? ¿La cadencia de los versos, su encabalgamiento, el juego entre las pautas que señalan la disposición de las palabras, las pausas prosódicas, las versales, los acentos, los blancos en la página? Quizá todo eso que define el ritmo. En cualquier caso, no será lo mismo marchar con el quiebre de Vallejo que peregrinar por el ancho verso de Olga Orozco. Si la palabra tiene cuerpo y el poema ritmo, ¿por qué reservamos a la poesía, como escritores y lectores, una pretendida inmovilidad? Una vez diseñé una propuesta de taller desde la posibilidad de escribir y leer en movimiento, probando diferentes posiciones y alturas, tirados en el piso, sentados arriba de la mesa, caminando, en ronda, ovillados, etcétera. El taller no funcionó. Hubo resistencias. Tal vez porque el cuerpo no sólo sabe moverse: resiste, se ataja, se corre y escapa. Pero sirvió como comprobación, como una hipótesis de lectura y escritura que nos dice que donde hay un poema puede haber un campo de exploración, un espacio por recorrer, una rítmica que investigar y un dispositivo en alianza con un cuerpo viviente.

ESTÁN TOCANDO MI POEMA

¿Qué es lo que resuena en el poema y crece con él sin ninguna dependencia parasitaria? Su sonoridad, dirá Aulicino, no su música[ii]. No hace falta más que una palabra: puñal, por ejemplo. Siempre me ha parecido una palabra bellamente rumorosa; sin embargo, nos quema en la mano el filo peligroso de su significación. Será, esto mismo, lo que hacía rechazar a Orozco la palabra "periplo". Sonido y sentido se manifiestan en un mecanismo de fricción que puede, según sea el caso, sacar chispas o rechinar. Pero un poema está más allá de eso y es otra cosa. Como un agua danzante, viene a contrariar el río inveterado y a desafiar la corriente de las palabras en ablución y la música en armonía. Aunque pareciera que cada vez más la poesía habla antes que cantar, siempre se abre un canal por donde abreva un resto, y en ese meandro, ese salto de agua, ella se dispara -no en el modo grueso de lo formalistas- para salpicar la zona inaudible e inhabitable de una nueva dicción.

LA CAZA DEL ARTE

Un grupo de cuatro profesores visitamos una escuela de arte para conocer la articulación entre diversas disciplinas artísticas. Nos dividimos para realizar el recorrido y fuimos pasando de un aula a otra. Todas las propuestas sucedían concomitantemente. Uno visitó la clase de música, otro la de danza, otro la de dibujo y el último la de poesía. Los grupos de estudiantes rotaban para asistir a cada una de las clases. Lo mismo hicimos. Todo ese despliegue bajo un mismo techo volvía la casa por demás acogedora. De todos modos, notamos una desconexión entre lo que pasaba en uno y otro ámbito. Imaginamos idealmente una casa de arte donde se pusiera música a lo escrito, donde se dibujara y se danzara sobre eso mismo, y al revés y en equilibrio. Como sucede en la poesía. Porque "sólo una cosa está clara: la ausencia absoluta de música es un déficit, pero el exceso musical la debilita, tanto como la artificiosidad de las imágenes o la profusión desnuda de las ideas. La poesía es un campo de fuerzas que es fruto de la organización de los materiales antes que de la presencia o ausencia de alguno de ellos"[iii].

Nos fuimos de la escuela de arte rebosantes pero amargados, creyendo necesario abrir vasos comunicantes, casi como en un gesto equivalente a derribar las paredes y lograr pasadizos para preguntarnos qué engarces son capaces de sostener el cuerpo vivo de la poesía con la coloratura de su siempre renovada afinación.


[i] Mariano José de Larra, "La sociedad", Artículos de costumbres, Mesa austral, Madrid, 1989.

[ii] Jorge Aulicino, "La musa equivocada", Colección Época, Buenos Aires, 2010.

[iii] Rafael Oteriño, "El verso libre", Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2010, pp. 75-85.

Profesor en Letras. Publicó los libros de poesía: Punto de Partida, Demás está Decir, Tríptico en Fa, Hilo de Oro, No, Aquí Haiku, Un julio por segundo e Hilandería; los libros de cuentos Brevas, historias para chicos breves y Casa Magreb y el ensayo "Metabolismo del lenguaje" (ensayo), obtuvo el 2° Premio de Ensayo "Inarco a las Letras" en 2007; y el 1° Premio Nacional de Poesía Corral de Bustos-Iffinger en 2011.




EL LENGUAJE ARTÍSTICO, MÁS QUE UNA DISCIPLINA, UN MEDIO DE EXPRESIÓN

Por Mariana Bernardino Casarrubias. México

Las distintas formas de cómo nos expresamos dicen mucho de quienes somos, algunos lo hacen naturalmente mientras declaman, otros son más de plasmar sus palabras, quizá el saber ser bien coordinados de sus articulaciones, demostrar con su cuerpo lo que desean transmitir, tal vez por medio de la armonía entre tonalidades de colores y texturas, relieves y volúmenes, laborando a través de estatuas y esculturas, ángulos y panoramas capturados en fotografías, o podría ser que nacieron para domar instrumentos y melodías, cada ser encuentra su refugio en donde más resguardado se siente. Somos todo aquello que emana de nosotros, es lo más cercano a nuestra esencia y por ello es tan valioso el saber manifestarlo.

Cuando se es joven somos más susceptibles a descubrir eso que de verdad nos gusta, lo que provoca en nosotros el desenvolvernos con tanta facilidad, ese arte que apenas toca nuestro sentido humano y de pronto pareciera que hemos descubierto una extensión de nosotros, es la manera más auténtica que existe de decir cómo es que se siente el amor a primera vista, un apego que nace de los sentidos eclosiona mediante el espectáculo, el del primer recuerdo, aquel ballet orquestado al que me llevaron mis padres cuando solo tenía siete años, emergía en mi cierta curiosidad de encontrar entre los balcones ese frenesí que me despertaba, acaso podría ser la forma en la que danzaban esas mujeres tan livianas, podría jurar que parecían flotar cual plumas al caer con gracia entre en ese par de piernas, o tal vez fue la melodía de fondo que sonaba tenue entre la orquesta, unas cuerdas o un timbal, un instrumento o una voz, una voz grave o aguda, no podría decir con certitud si habrá sido soprana o tenora, no lo sabía pero lo sentía, porque la sensación no sabe, únicamente se siente. El primer acercamiento es primordial, nos invade cierto interés de saber el qué es lo que provoca en mi haber un despertar.

Conforme pasa el tiempo nos vamos apegando a lo que mejor se nos acomoda, ese medio donde podemos ser nosotros, y de esta manera, al haberlo encontrado nos entusiasmamos momento a momento, lo involucramos cada vez más y comenzamos delicadamente a perfeccionar nuestros encantos, pulirlos, estudiarlos, esculpirlos, sin embargo, no es de confundirse el medir estas pasiones con "talento", guiándonos de comparaciones y estándares innecesarios, se hace lo que se hace como dicen por ahí "por amor al arte", por ser aquello que creamos sin peso alguno y, que, por el contrario, nos despoja. La importancia de saber hacerlo es nula a comparación del saber gozarlo, porque se ama lo que se hace de una manera tan personal, que no existe instructivo alguno para decir como desenvolvernos.

La influencia de un medio artístico durante las primeras etapas del crecimiento tiene muchas más ventajas de las que se cree, los primeros destellos de educación artística funcionan como un incentivo para el despertar del desarrollo sensorial, cognitivo, motriz y emocional de los infantes, motivo por el cual estos comienzan a forjar una perspectiva distinta al desenvolverse mediante la educación artística, que es paralela a su crecimiento integral y personal; no está de más mencionar que lo puedo reafirmar por experiencia propia. Los beneficios de estimular la educación artística a partir de una temprana edad incentivan el empleo de habilidades creativas dentro de la cotidianeidad, aportando métodos que propician la mejora en cuanto a la resolución de problemas por medio de la observación y la metacognición ejercida, misma que lleva a emplear el análisis en distintas actividades como las matemáticas, la ciencia, la lectura, el deporte, la comunicación verbal, entre otras, debido a que para llegar a esto se utilizan distintos sentidos que nutren y fortalecen una formación intrapersonal en el individuo, que le contribuya a definir su personalidad y le otorgue capacidades reflexivas motivándolo así a adquirir autosuficiencia, incentivar su autoestima y, además, aprender a lograr una sana convivencia con sus semejantes por medio de la inteligencia interpersonal, misma que asocia la practica de valores y destrezas que se llevan a cabo durante la convivencia, tales como la empatía, la tolerancia, el respeto, la solidaridad, etc.

Los distintos medios de expresión otorgan aspiración, nos retan a descubrir a donde nos conduce lo que sentimos, mientras que a su vez nos sustraen de nuestros pesares sin permitirnos caer en el conformismo, por el contrario, nos hacen explotar nuestras capacidades, nos impulsan a cuestionarnos ¿Qué puedo crear con lo que soy? Porque más allá de los pinceles y las partituras, la esencia en sí radica en el alma. De esta manera podría decir incluso que el lenguaje artístico es terapéutico, a través de ello podemos profundizar con una noción más clara respecto a nuestra propia vida, haciéndonos capaces de desahogar asertivamente aquello que nos agobia, emociones de baja frecuencia que provocan inestabilidad, tales como la ansiedad, la tristeza, la rabia, la melancolía, en pocas palabras, toda la negatividad que se acumula es posible alivianarla mediante el ejercicio artístico, mismo que su vez nos invita a meditar y motivarnos en cuanto a complejos que habitan en nuestros pensamientos, situaciones que superficialmente no logran ser analizadas o vistas con la claridad que se desea, pueden ser resueltas de una manera mucho más sencilla por medio de la autorreflexión, esta se consigue al involucrarnos personalmente con lo que estamos haciendo, mientras lo ejercemos y dejamos que nuestros ideales fluyan, dejando a un lado lo superficial y concentrándonos en lo que hacemos, por así decirlo al instante de poder conectar con ello, vaya, la sensación de despojo que obtenemos al vaciar nuestros pensamientos en letras, o la serenidad que nos invade mientras suenas esas melodías, al igual que la calma proveniente del tacto al esculpir una estructura, plasmar cautelosamente una cincelada, la paz que se obtiene al conectar por medio de las terapias de expresión artística es revolución, dicho con otras palabras, el arte otorga libertad, despierta emociones y pasiones que emergen del individuo en sus bastas presentaciones, el arte nutre, sensibiliza al ser.

Mariana Bernardino Casarrubias. Originaría del puerto de Acapulco ubicado en México, tengo 19 años y me encuentro estudiando la licenciatura en derecho en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, me encanta escribir y participar en concursos, sobre todo si son temas relacionados con el arte o la psicología, de verdad lo disfruto mucho



POESÍA Y CIENCIA: locura o necesidad

Por: José Alberto Escalona Tapia. Venezuela

La poesía científica no es una forma de expresión humana, es una forma humana de expresarse sobre el mundo.

                                                                                                       Mundo

Nuestro mundo, nuestra tierra, nos adentra en el ámbito siempre inconcluso de la poesía y el universo de incertidumbre llamado ciencia, esa dualidad que siendo de todos, lo cultivan muy unos pocos. El mundo que aquí se experimenta tiene la franca intensión de ver con el todo, todos cuentan, porque la poesía científica es tan parte del mundo como lo es la ciencia.

La poesía y el poeta científico, o el científico poeta, el docente transitan un pasillo amplísimo, casi sin fin, y de una longanimidad nada espuria que hace de la obra un sustento que está en un universo superior al de la semántica o la retórica, el universo de la vida con un sentido de conjuro a la lealtad de sentirse acompañados del todo que rodea, el planeta y su biodiversidad, aunque se pueda estar solo.

Entonces no es la pretensión hacer un análisis academicista de la poesía científica, tampoco hacer un experimento científico o tener un accidente de laboratorio, por el contrario la pretensión es exponer un lado más natural, mayormente salido de la dualidad cerebro-corazón que desde la razón, sin condenar a ésta última, sin despreciar a la academia, es sólo un intento por entender la poesía científica desde quien, sin haberla estudiado, la experimenta en una salón de clases, la nota en una práctica de campo, la observa mediante un fenómeno científico, como también la vive en una despedida, en un abrazo de reencuentro o al pie de una tumba. Porque la poesía científica, siendo más abstracta o más realista, trata de exponer aquello de nos hace humanos racionales, lo que nos diferencia de un gato, importando la metafórica agilidad felina para escribir, o eso otro que nos diferencia de una ave, importando su simbólico vuelo y sus canto.

La poesía científica es una enunciado de fe que no se diluye con la duda.

Hacer un ensayo sobre la poesía científica parece una verdadera necedad, pero los humanos somos necios casi por necesidad y curiosos por convicción, científicos por naturaleza. La poesía científica no es ni por atisbo clasista, se deja tocar de citadinos y pueblerinos, blancos negros, ricos, pobres y harapientos, de reyes y plebeyos, moros y cristianos, políticos y ladrones, inteligentes e intelectuales, ambientalistas y empresarios del petróleo, mujeres y hombres, dioses y mortales, especialmente estos últimos son quienes más la escriben en sus disertaciones sobre como comprenden el mundo de los fenómenos de la ciencia, por razones obvias.

                                                                                                   Diversidad

Es entonces, la poesía científica, un juego de valentía y cobardía, tiza y pizarrón, metal y carbono, experimento y evento, se puede escribir para retar al mundo o simplemente para ocultar lo inmundo, sus letras apuestan por la explicación, si bien también, en ocasiones, apestan como la contaminación, por ello hay poesía científica es buena y mala, pero es poesía, es diversa como la naturaleza, aunque extraña como la naturaleza humana. La poesía científica vive en el poeta y éste no siempre vive en ella, a veces sale para recorrer el mundo y tratar de describirlo, más allá de explicarlo, reta la gravedad, tiene que ver con lo que decora las neuronas, la mielina y los axones, también es contaminación, experimento y cárcel.

La poesía científica tiene también las variantes escritas de la lírica y la prosa, pudiendo llegar a ser leprosa o cancerosa, pero también las variantes pictóricas y retoricas, la de un buen atardecer en rojo plasmado en papel o un mal amanecer dibujado en la sábana, es tan versátil y dinámica la poesía científica que se soporta en letras, se nutre de colores y apuesta por descripciones de fotones y muones, eclipses y visiones. Escribir o describir poesía científica tiene que ver con flujos emocionales, espirituales, conductuales y cognitivos, activos, es de la gente y para la gente, pero también contiene otros animales, tan animales o menos que los humanos, se llena con hongos, plantas e implantes, considera virus y bacterias, puede tener anemia o se hace pandemia.

La poesía científica tiene su propia genética y en ocasiones se vuelve un hibrido de su creación con sus creadores.

Es un verdadero acto de fe cuyo dios es lo que comunica o intenta comunicar, cada letra, cada sílaba y todas las frases, todas las líneas cuentan. Es posible que la poesía científica, como el resto de la poesía, tenga su origen escrito en los pueblos orientales. Sabemos que el género poético es rico en el oriente, como lo es el de las ciencias, desde los primeros trazos de sus letras, pero también entendemos la poesía científica se trata de un producto mental que nació con la compresión de la lluvia. Posteriormente se muestra en nuestra condición de pueblos occidentales, no accidentales, donde también contamos con una enorme producción que incluso se la ha interpretado en la cultura rupestre como algo simbólico y mágico de cómo nuestros pueblos ancestrales vieron su mundo, aquel que vivieron. Por ello la poesía científica es tan antigua como la antigüedad, como la cueva y el pigmento que dejó la huella, cuando dejamos de ser de maíz y nos hicimos carne del mismo carbono, con un ADN parecido, no similar.

                                                                                                      Tiempo

La poesía científica es como el vuelo, requiere de unas alas que se llaman inspiración para superar el peso de la gravedad.

Desde las primeras bibliotecas de las que se tiene constancia en la historia se han encontrado importantes textos que cuenta cómo se organizó el mundo después del caos primitivo, hablan de las epopeyas, expresan las aventuras personajes reales magnificados por el mito, todo en un lenguaje considerado poético y avalado por la ciencia del hacer, del experimentar. Obras bien conocidas como el Génesis de la biblia o la Odisea, que narran eventos fantasiosos con base o refutados por la ciencia, fueron influenciadas por esa forma de escribir y así quedó plasmado, por ello entonces, la poesía científica entraña una vejez que es comparable a la nuestra como civilización, la ciencia es una anciana que camina con nosotros, no tanto anciana como especie pues eso sería no considerar las ideas más o menos románticas de Darwin, no la naturaleza es más antigua y la ciencia como la poesía nacieron con nuestra imaginación y nuestra inteligencia.

Ante eso, y pensando en la evolución, vale decir que las primeras relaciones humanas fueron de contemplación hacia el ambiente y hacia nosotros mismos, bastaría con pensar qué cosa llegó a imaginarse uno de los primeros humanos al verse en la reflexión de un pozo de agua, primer espejo, hasta donde tuvo conciencia de quién era y en qué modo intentó comunicar ese descubrimiento, justamente, las pinturas prehistóricas dan cuenta de un humano que pudo ver sus manos y las pintó en las rocas, pudo recordar los animales de la selva o las praderas y los dibujó en la cuevas, era la imaginación haciendo su trabajo, y así la poesía científica es, en buena medida, hija primogénita de la imaginación y de las relaciones humanas con el mundo.

Los primeros métodos de contar, no en vano, usaron los dedos, rayas trazadas en trozos de madera o en la roca, la mano que luego serviría para escribir era parte importante de la conciencia humana. Así, no se puede asumir que la poesía científica tenga dos o cuatro mil años, dado que aquellos primeros dibujos o impresiones que cruzaron una mano con otra hablan de un simbolismo casi lírico, era la idea de unir, de juntar, de encontrar, y eso es la poesía, eso es ciencia, todo ello es poesía científica. Los chinos dejaron buena constancia de la ciencia y la poesía con escritos muy antiguos que hablaban de la enseñanza del mundo. Y esos poemas exponían esa imaginación y esas vivencias de personas que requerían comunicarse de alguna manera, por ello siempre será necesario asumir que la poesía científica tiene un rol altamente comunicativo de la forma en que cada persona necesita referir el mundo.

                                                                                                  Comunicación

La poesía japonesa aportó otro tanto con su carácter de imperio insular con olas que vienen y van, con tifones que arrebatan vidas y hogares, clima cambiante sin llegar a ser cambio climático global. En sus versiones la naturaleza es justamente un motor de la alegría y el dolor se mezclan con una sutileza magnifica que narra diversas situación de vida, unas reales y otras oníricas, orquestando una amplia producción de tinta y papiro, siempre movidos por ese deseo de hacer frente a aquellas ideas del mundo que debían ser explicitadas desde lo humano.

La poesía científica es parte de la realidad y se las arregla para que ésta a veces se sienta explicada o al menos descrita.

La poesía científica latina se desarrolló en el auge del conocimiento de Roma y con unos primeros textos literarios con alta ascendencia de las formas filosóficas griega. Entendemos pues que los avatares geopolíticos hacen transitar a la poesía científica desde los tiempos arcaicos hasta los legados imperiales, pasando por lo clásico y los temas son tan diversos como los encuentros y desencuentros, con movimientos épicos, didácticos y la sátira muy influenciados por el ambientalismo y ese intento por exponer las leyes de la naturaleza.

                                                                                                       Cultura

El llamado renacimiento es rico en todo porque da libertad a la creación, porque los muros de los castillos ya no son suficientes para contener todas las voces, porque en el renacimiento se entiende que la diversidad es parte del juego de relaciones y esa diversidad es un crisol donde hace explosión la mente y su espíritu trasformador.

La poesía científica desnuda de tal forma al poeta que puede llegar a dejarlo en sus huesos para que se sepa de qué está hecho.

Con la llegada de la ilustración, y su gesta del conocimiento, en el cual predomina el absolutismo y la razón, la poesía no deja de ilustrarse, toma de la naciente ciencia metódica el espíritu de búsqueda y explora otras variantes para hacer de las formas clásicas otras maneras de expresarse, de medirse, formando un neoclasicismo que conserva mucho de lo pasado y explora tanto de lo nuevo, expone, como siempre lo ha hecho hasta ahora, una forma de transformarse digna de la primera ley de la termodinámica, no se duerme, se hace eterna, se compagina con lo nuevo mientras trae las tintas del pasado para ser iluminadas con la luz del futuro, su estilo tanto cambia como se conserva, es versátil, se busca a sí y en sí misma, ahora está dotada de brújula y sextante para navegar unos mares que requieren ser conocidos.

                                                                                                      Exploración

La poesía científica no busca un lugar en el mundo, carece de egoísmo, solamente le gusta ser parte del mundo explicado.

La llamada contemporaneidad se sembró para ampliar los horizontes de la poesía científica, aceptando que ésta tendencia tiene un toque de eso llamado postmodernismo donde la incertidumbre aportada por la ciencia se apodera del todo. En suma, no tan matemática, la poesía científica es parte del mundo didáctico, sin saberlo, cualquier análisis como proceso de pensamiento a la larga trata de extraer a la poesía científica de su esencia, como si ella fuera sólo geometría, la poesía científica es también tridimensional, cuatridimensional porque vive en el tiempo, y quizás multiuniversal porque no es unidireccional, va a todas partes, viene de aquí y allá, puede que hasta del más allá. La poesía científica es expresión en palabra, silencio y meditación, es parte de todo ese milagro llamado vida, que corre, nada, repta, vuela o camina. Es, en definitiva, parte de nosotros mismos, principio, fin y camino, la experiencia dice que mientras más poesía se incluya en las clases de ciencias más emocional se vuelve el aprendizaje, por ello no requiere análisis ni ensayo, pero los agradece y los asiente, todo le importa y nada le falta, es luz, sombra y foco, ha ido e irá con nosotros, desde la cuna a la tumba, constante, pasado, futuro y presente.

José Alberto Escalona Tapia: docente universitario que ha publicado más de ochenta artículos y nueve libros de diversas temáticas, con reconocimientos especiales en concursos literarios a nivel nacional, ambientalista y diseñador de estrategias didácticas para las ciencias.





EN BÚSQUEDAD DEL SER REFUNDIDO

Diego Peña. Colombia

En los años setenta, el poeta Héctor Viel Temperley buscaba desde su cuerpo a dios. Cincuenta años después, Ángelo Néstore toca su cuerpo para encontrarse. Sin embargo, no solo palpa su organismo, también sus certezas y anhelos, hasta donde se lo permite las palabras de su poemario Actos impuros. La corporalidad, la esencia para ser más exactos, que explora y encuentra nos parece ser una especie de resumen, casi un manifiesto, de los ideales de una generación nueva; aquella que no tiene hijos ni una identidad binaria. En las siguientes páginas ahondaremos en cómo el autor italiano, a mi entender, llegar a estos descubrimientos a través de la poesía.

Para lo anterior, divido el presente texto en cuatro etapas que se corresponden a las cuatro partes del libro (I. El cuerpo casi, II. Los pelicanos mueren de hambre, III. Hija imaginada y IV. Cantos a una cuna vacía). Estas particiones, según mi interpretación, se corresponden con esa lección que nos daban en las clases de biología en la primaria: todo ser vivo nace, crece, se reproduce y muere. Parece que el poeta nacido en 1986 se pregunta, por él y por la generación, ¿qué hacemos los no binarios y los que no queremos o no tenemos hijos con la tercera acción que, supuestamente, nos corresponde como seres vivientes? ¿Encontrar otra forma de existir?

I. El cuerpo casi

Se supone que la primera parte del ciclo vital es nacer. Es decir, desde el punto de vista biológico, abandonar el germen que nos contenía; el útero materno. El poeta residente en España aquí ya hace su primer quiebre, me refiero a que destruye algo o le agrega un toque más humano a esa definición. Los últimos versos del poema que abre el libro, E io chi sono?, nos dicen lo siguiente: "El agua fría me trae a mi cuerpo,

escondo el pene entre las piernas.

Mamá, ¿a quién me parezco?"(Néstore, A. p. 15)

Vemos que hay una necesidad de descubrir el ser verdadero, uno con el que se sienta cómodo. Solo hasta que la voz poética esconde sus genitales, pregunta si así, como se ha parido el mismo, se parece a alguien. Un final que entraña una rebeldía por no ser otros, sino la construcción propia que, al tiempo, se define con el pene y sin él. En este sentido, nace desde un no binarismo. Lo biológico solo es una parte de esa identidad, no su eje principal. Entonces deconstruye el primer acto del ciclo vital, pero no lo abole, solo lo acuña, casi que lo reconcilia, con la medida del alma humana. Esta es la talla, perspectiva, con la que construye todo el ciclo vital, incluso el temible acto tercero: la reproducción.

Los seis poemas restantes de está parte refuerzan la idea de la creación de una nueva especie y, sobre todo, la pugna que esta tiene con la anterior, la de sus padres, para ser entendida. No es gratuito encontrar versos como "les asalte brevemente el recuerdo de una raza nueva de hombre" (p. 17) o "soy el hijo único de una dinastía de bastardos/ que se llena el estómago y se autodestruye" (p. 21). Evidenciamos allí una naciente forma de ser que, al tener reconocimiento propio, busca el ajeno. Que entiendan que no desean perpetuar el mismo sistema de vida. Los problemas existenciales que tiene son los de una generación sin hijos como lo afirma el último poema de esta sección; conflictos de los que se ocupa el siguiente apartado.

II. Los pelicanos mueren de hambre

Una vez nacido, lo siguiente que necesita está nueva especie es desarrollarse. Es decir, mantener lo germinado. Por eso, Ángelo en el poema que le da título a esta sección nos dice que los pelicanos se quedan ciegos por buscar comida para su especie. Para el caso concreto, él reconoce a una madre que, a pesar de ser de una generación diferente, ayuda a que la nueva raza se sostenga, pues ella, nos afirma el yo poético, ante el deseo trunco de su hijo de concebir:

"Se haría cada vez más pequeña,

se inventaría un idioma,

balbucearía de nuevo

para ser mi hija". (p. 27)

Esta imagen remite a la cantidad de animales que, en determinado momento, adoptan a las crías de otra especie para protegerlas como propias hasta que se desarrollen. Puede que sea una forma de vida distinta, pero entienden, como la madre de Actos impuros, que es vida que hay que preservar. El autor parece estar en mayor armonía con el segundo acto del ciclo vital, no lo niega, pero de nuevo le agrega a ese acto un tinte de bondad: cuidar o desarrollar la vida por ser existencia, aunque sea una especie distinta.

En esta parte ya se vislumbran dos temas críticos, quizá el mismo, en el planteamiento poético de este poemario ganador del XXXII Premio de Poesía Hiperión: el deseo por reproducirse y la imposibilidad impuesta por agentes externos que actúan sobre el cuerpo. No en vano, en estos seis poemas hay versos que muestran el peligro de que el nuevo árbol se marchite o la desazón de las mujeres que no entienden la forma de ser madre de esa nueva especie. Pero por ahora, quedémonos en que ha germinado y ha sido regada la nueva dinastía.

III. Hija imaginada

En estos seis poemas, el autor nos muestra la mayor "impureza" de la que es capaz la voz poética de su poemario. Ya que si el tercer acto de un ser vivo es la reproducción, está nueva especie no lo puede hacer de la forma tradicional. ¿Esto significa que no viven? ¿Cómo hacer entonces para conservar la especie? Al parecer, el autor radicado en Málaga vuelve aquí a destruir un concepto tradicional de la existencia, la reproducción, para rearmarlo con fragmentos de lo anterior y confeccionarlo a la medida de la generación nueva.

"[...] me recuerda demasiado la aridez

de dos hombres que se quieren". (p. 38)

Estos dos últimos versos del poema Un geranio, nos aclara que las relaciones no se conciben desde la heteronormatividad y que esto es una de las imposibilidades que tiene la dinastía naciente para reproducirse. Sin embargo, el deseo como especie de mantenerse, de crear nueva vida, sigue latente. Por ello, desde está condición el poeta busca una manera de perpetuar la vida. La que más resultado le da, parece, es la palabra misma, pues es el medio cómo nos ha mostrado esta forma de existencia y cómo ha hecho viva a esa Hija imaginada o de vidrio sobre la faz de la tierra. Desde ahí, ya ha logrado, en parte, continuarla.

No se crea que la generación nueva solo tiene inconveniente para reproducirse por concebir sus relaciones fuera de la heteronormatividad. No. El libro publicado en 2017 nos revela o reafirma que quizá el mayor obstáculo es el mundo heredado. El tercer poema de esta sección, especialmente, fabula con la existencia de un nuevo ser humano y la realidad a la que llegaría. El resultado de que una hija de carne y hueso llegara a aquí, según nos lo intuye la voz poética, no sería nada alentador. Es decir, la decisión de no reproducirse de la manera tradicional, también corresponde a una forma de protestar ante el ambiente que le dejaron a esta nueva especie. Se desea ser tan buen padre que, como reflexiona el poema Tanatorio, se prefiere que los hijos no nazcan del todo, sigan muertos y solo vivan a través de la palabra en un mundo con mejor semblante que este. Al final, Ángelo Néstore le da una vuelta de tuerca al tercer acto del ciclo biológico de todo ser vivo: ya no se reproduce desde el cuerpo, sino desde el deseo de cuidar a la generación que viene. Aunque esta es la causa de la muerte física de la dinastía.

IV. Cantos a una cuna vacía

Los cuatro poemas de esta parte son bastante desesperanzadores, pues corresponden al último acto del ciclo biológico que es el morir. Aquí parece no romper en nada el concepto que propone el ámbito científico sobre este aspecto, incluso llega a aceptar que la especie nuevo que se gesta durante las 60 páginas del poemario está condenada a desaparecer. Este fragmento del poema Una casa más grande parece que niega todo lo anterior, ya que esta generación nunca logrará continuarse por más esfuerzo que haga:

"el último pupitre en el rincón izquierdo del aula

siempre se quedará vacío,

sin que nadie se dé cuenta". (p. 51)

Como se ve, el poeta propone hasta una especie de olvido; nadie se percatara que existieron. Al parecer, luego de la muerte de cada individuo vivo de esta nueva raza, no binaria y/o que se niega a concebir, no habrá quién continúe su dinastía. El lector piensa hasta aquí que el manifiesto o perspectiva del libro se asume como un fracaso.

Por todo lo anterior, la voz poética al inicio del último poema, Éxtasis, nombra a dios. No lo invoca como una deidad, sino como una manera de esperanza, de aguardar algo que se desea; el anhelo de seguir vivo de alguna manera. La voz poética moribunda, en este punto, necesita algo a lo que aferrarse y en ese sentido busca a dios. Al hacer esto, durante ese poema, empieza a crecer algo dentro de él, por un instante siente el vientre abultado y logra llegar a una anagnórisis: su plegaria ha sido escuchada, no queda claro si por algo metafísico o por él mismo, seguirá vivo a través de la misma esperanza que guarda. A mi entender, se da cuenta que toda la generaciones mueren, aunque se reproduzcan, y por lo tanto todas tienen esa ansia de perpetuarse y es la misma aspiración lo que mantiene la existencia de todo ser humano y lo eterniza. Es decir, aquí el último acto del ciclo biológico no es impuro, sino es el mismo de todo ser viviente y solo se puede afrontar con la esperanza, que bien puede ser falsa, de que la vida siga.

Como dije al principio, en Actos impuros el poeta busca su cuerpo desde su cuerpo. Es decir, desde su humanidad redefine la forma como se han visto los procesos biológicos, pues el autor nos dice que el ser humano experimenta de una forma distinta ese ciclo. Nos muestra las definiciones destruidas para luego edificarlas, no sin antes pasarle la complejidad del alma por encima. Al final, la muerte es lo que nos acerca, a esta generación no binaria y/o que no desea tener hijos de carne, a las demás. Aunque respecto a las dinastías anteriores hay una diferencia en cómo se percibe el ciclo vital, hay un vínculo que nos une a ella. Un deseo constante por existir. Desde ese sentido el manifiesto, que parecía representar solo a la especie que no se reproduce de manera tradicional, se vuelve un eje universal que integra a todas las concepciones de mundo. Así, la nueva raza aclamamos que somos parte de la humanidad.

Los Actos impuros que propone Ángelo Néstore se tornan una forma de vindicar, desde la palabra, la diferencia dentro de la existencia. Lo impuro del Acto como otra perspectiva, pero sobre el mismo eje de la condición humana. ¿Acaso por eso el poeta intenta que el lenguaje sea de lo más accesible? Quizá, ya que le interesa que toda la humanidad quepa en esta forma de revisitar la vida y por tanto la palabra se vuelve un abrazo gigante que abarca hasta la Hija imaginada.

Bibliografía

Néstore, A (2017). Actos impuros. Madrid: Hiperión.  


Diego Armando Peña: Bogotá, 1996. Profesional en Creación Literaria de la Universidad Central de Colombia. Ganador del concurso de poesía Pablo Neruda y tercer puesto en el concurso de cuento Andrés Caicedo. 



APROXIMACIÓN POÉTICA

Por Fernando Alonso. Uruguay

No existe una obra de arte en el universo donde el fin último no sea la búsqueda de la poesía. Por lo tanto, digo que toda obra de arte está poblada de poética y sin ella no existiría como tal.

Que mayor expresión poética que Cien años de Soledad.

Gabriel García Márquez, ¿era solo un escritor, un periodista? seguro también fue un poeta, uno de los miles de creadores que han generado con su obra lo más cercano a la poesía.

Existen una variedad de definiciones de poesía mundialmente conocidas.

La poesía suponemos que es la belleza inalcanzable, imposible, una quimera, una utopía a la cual todos los creadores desean atrapar pero ella encierra en si todos los aromas, todos los colores, los conocidos y los que nadie sabrá nunca. Es un espacio en un tiempo distinto al que conocemos. Una dimensión absoluta y transversal, quizá por eso, solo por eso, pretendemos sentir su presencia como un fantasma amado y sigiloso que jamás podremos tocar, ni siquiera con un verso.

Albert Einstein decía: "La búsqueda de la verdad y la belleza es una esfera de actividad en la que se nos permite seguir siendo niños toda nuestra vida.

Mientras mirábamos llover a plena luz del sol una niña me preguntó, "¿cuándo llueve el sol se moja? La poética más pura en la inocente pregunta de una niña; entre medio de la lluvia y el sol la húmeda poesía que desaparece en el adulto que está a su lado.

La física como ciencia es una búsqueda constante de explicar lo inexplicable, mucho de lo inexplicable se fue entendiendo y diferentes teorías se han ido traduciendo en lenguajes matemáticos.

Lo divertido es que jamás llegarán a responder el todo.

Jamás se acercarán ni por causa ni por efecto a la poesía.

Ella es quien es, por esa razón, la inalcanzable, la inexplicable y mucho menos la demostrable.


¿Quién puede encerrar a la poesía en un poco de tinta y papel?

El universo de la poesía es absolutamente desconocido e inexplorable.

Buscarla es una pérdida de tiempo por eso existen los poetas.

En definitiva, todos los creadores buscan lo mismo llegar a la poesía, y el único camino hacia lo imposible es transcurrir por el laberinto de la poética.

Por eso cuando hablamos de creación artística siempre hablamos de poética.


El universo poético trasmuta, crece, desciende, se interpone y fluye por la génesis de la creación.

El cuerpo del poema es libre no lo determina nada ni nadie.

Por eso estamos frente a un poema tan poderoso como un Dios del Olimpo

El poema tiene la libertad Divina de ser el padre de la creación artística.


A partir del siglo II AC cuando surge la cultura en Grecia, los Poetas, comienzan a decir, a ser.

La creación se impulsa en forma de poema para traducir la poesía presente en el todo, ya en ese instante conocemos la poética como herramienta tangible para la creación artística.


Entender la poética es indispensable para poder acercarnos a sentir la expresión artística como tal.

No podemos pretender entender el arte, ya que él mismo es comunicación pura, magia real.


La vinculación que se genera entre la obra de arte y el receptor está basada sobre todo por el contenido poético de la misma.

Esta poética es el lenguaje que los creadores utilizan en todas sus formas.

Ella pertenece al poema, a la música, a la pintura, a la danza a la creación en general. Solo cambia su forma pero no su contenido.

La variabilidad de las obras hace a la forma de la poética, a la ética y a la estética de la creación. Cuando nos conectamos con el poderoso lenguaje poético en la obra nos estamos relacionando con la creación en sí misma, es decir con el mundo.


Es pues la poética el privilegio del ser para relacionarse con el mundo desde un lugar esencial y único. Entender la poética es comprender la relación vital de la poesía con el universo y por su puesto con nosotros mismos ya que que somos parte de un todo indivisible y natural a veces incomprensible. Misticismo, ciencia, la alquimia de la vida.


El Poema no es solo imagen, verso, ritmo, ética, estética etc, el poema es todo eso, pero sin una matriz que lo empobrezca y lo transforme en igual. El poema para ser una verdadera obra de arte lo primero que debe ser es ORIGINAL y de igual manera toda obra de arte.

También el sueño del los creadores debería ser siempre poder llegar a la expresión poética más pura y bella a la que solo llegan los niños.

Por JOAN MIRÓ

"Era un hombre

que se escapó

de su ojo

-Miró-

en el espejo

sobran

razones

para

ser

Niño


Muchos pintores soñaban llegar a la pureza de un niño en su obra, claro que no lo lograron, pero para el arte sería una gran meta llegar a expresar lo que solo los niños y niñas pueden llegar hacer.

¿Dónde queda la poética?, como siempre en el lugar menos pensado en el vacío que les dejo la falta de aire al leer, en la emoción intransferible que les causo una palabra, un trazo del pincel, una nota de toda la composición musical.

La poética es la esencia de toda obra de arte la que nunca puede ser sustituida.

Puede llegar a cansar que la creación no de un salto.

No logre escapar de los lugares comunes de los clise autorizados para ser valorada como mayor, como obra de arte, mejor ser valorada como diferente si en sus venas existe la poética si traspasa el lugar autorizado por el irreverente gusto de los que marcan el pobre camino de, siempre lo mismo.

La poética nos da la cálida bienvenida a la verdadera creación artística.

Los obreros del arte deben tener el desafío constante de atreverse.

"...Me atrevo a ser culpable

del poema

Lamo el verso

No me trago las ganas."

Como ejemplo simple podemos recordar el proceso del género novela y la incorporación de la poética.

Es fundamental comprender como la poética pasa a formar parte de este género literario.

En el siglo XX da un paso de gran importancia con la anexión del lenguaje poético, esto no quiere decir que en los siglos anteriores no existiera o no formara parte de la novela, sin embargo, existía una gran resistencia a darle al lenguaje de raíz poético la importancia que este tenía.

En el siglo XIII y XIX el lenguaje poético era considerado como un mero adorno y complemento de la novela.

Al decir de Julio Cortázar ..."la novela quiere llegar al centro de la esfera, alcanzar la esfericidad",(es decir la poesía),..." y no puede hacerlo con sus recursos propios..."..."entonces acude a la vía poética de acceso." Virginia Woolf "flor perfecta de este árbol poético de la novela" logra con su oficio incorporar la poética como escudo y espada de su obra.

Entender la poética es sentir ese ser vivo que habita en la obra, ser de otro espacio y otra dimensión que solo puede comunicarse con el receptor mediante la voz secreta y desconocida de la poesía, como hablar con Dios.

Una transferencia de energía tiempo y espacio que solo un acelerador de partículas quizá algún día pueda llegar a explicar.

Mientras tanto nos quedamos con la física de Max Planck tratando de buscar lo imposible.

Reconocer que la poesía juega a los dados con el universo sería un buen primer paso.

La poética nos empuja y nos atrae hacia la experiencia inesperada del sentimiento frente a la obra.

El gusto, los archivos mentales, la herencia recibida, la vida transcurrida los momentos esenciales de nuestro ser serán los implacables decidores de nuestra percepción poética.

Comprender la acción poética es también comprender la relación que tenemos con nuestro yo y el universo creativo, la íntima fusión que existe entre lo que somos a partir del vínculo con el arte.

Es fundamental para la búsqueda de un nuevo mundo la temprana formación del niño y de la niña en la experiencia poética, por varias razones simples y lógicas.

La posibilidad de convivir desde la niñez con las expresiones artísticas cualesquiera sean llevará a el ser a un espacio distinto de formación para toda su vida, lo que lo llenara de un empoderamiento natural en el campo creativo y por ende poético que hará de ese ser una persona adulta con un bagaje y un archivo mental (como se ha demostrado desde la neurociencia) que no solo mirará al universo desde un lugar sensible y pleno sino que tomará decisiones también desde una perspectiva humanitaria por naturaleza.

Se forjará así pues un SER HUMANITARIO a diferencia del simple ser humano.

La poética es la formidable herramienta que tenemos para hacer del ser y del mundo una comunión de desarrollo sostenible con visión humanista de la sociedad, donde la valoración de la belleza por uno mismo y por el entorno sea la base de nuestra conducta, respetar y valorar la vida en todas sus expresiones para fortalecer la convivencia y el sentido pleno de desarrollo personal.

La poética es ese nutriente esencial en la niñez para que el futuro sea esperanzador.

Nuestro deber es simple.

Dar a conocer.

El ser humano debe recibir desde la vida intrauterina, música, lecturas y todos los acercamientos posibles a la experiencia artística. El hilo conductual será la poética ya que es ella la indispensable para que exista una obra de arte.

Podemos comprender que no existe obra de arte alguna que no sea tocada por la incisiva poética que nos habita.

Generar un espacio poético en la conciencia desde la más temprana edad será el gran acierto para todos los que de alguna manera quieran un porvenir mejor.

Un mundo nuevo.

Para esto es fundamental que las academias y el pueblo compartan una ola de movilización cultural masiva como proceso revolucionario fundamental desde todas las artes.

Y que de una vez por todas reconozcan en la poética el hilo común que los hace ser.

Arte Poética

Ovilla el hilo de tu sangre

bendice la madeja

como si fuera llovizna de octubre

es roja profesión

hilar

Fernando Alonso

Nació en Uruguay en el 17 de julio de 1975. Poeta, escritor ha sido jurado y a dictado charlas en Uruguay y el exterior. Premio Tabaré. Algunos Libros: Polifonía (1997) Jorge Arbeleche y Sylvia Lago. Poemas y Relatos desde el Sur (Ediciones Carena, España). Espejos de la Palabra (B.Editores) edición bilingüe español - portugués. Letras Uruguayas (Sur Editores). La magia está en nosotros (Cuba) Coautor de La poesía del Erotismo. Antología de Jóvenes Poetas Uruguayos.

SEGUNDA CONVOCATORIA INTERNACIONAL "ALEGRANZA: Hacia una Educación Poética" 


La EDUCACIÓN POÉTICA es una propuesta que intenta plantear lineamientos básicos sobre la posibilidad de un desarrollo humanístico integrador, a través de la exploración y articulación de los lenguajes artísticos, el desarrollo programado de la creatividad y la construcción de una mirada global e integradora. Desde la página de Facebook y el blog ALEGRANZA: Hacia una Educación Poética, convocamos a docentes, estudiantes, artistas, intelectuales, y a cualquier persona, para que expresen sus planteos teóricos, experiencias o difundan contenidos vinculados con el tema. 

BASES

1.Participantes: Podrán participar todas las personas mayores de 18 años, sin distinción de nacionalidad, siempre que sus trabajos sean presentados en castellano.

2.Género: Análisis de experiencias/Ensayo

3. Plazo de recepción de trabajos: Entre el 1 de octubre y el 15 de noviembre de 2020 inclusive. 

4.Temática de las obras: Relación y/o articulación de los lenguajes artísticos en la educación y en el desarrollo humano. 

5.Forma de presentación: Se admitirán escritos entre 1000 y 2000 palabras, en hoja A4, letra TNR 12, con margen normal, a 1,5 espacios. 

6.Envíos: Los trabajos deben tener un título, y estar firmado por sus autores. Al pie de las obras, se incluirá una biografía de no más de 5 líneas y una fotografía del participante. Se enviará en un único archivo adjunto, en formato Word al siguiente correo electrónico: alegranzaconvocatorias@gmail.com . Asunto: Alegranza_Título del Trabajo. Los envíos que no se ajusten a estos requisitos, no serán tenidos en cuenta. 

 7.Acuse de recibo: Dentro de las 24 horas, el equipo de ALEGRANZA dará acuse de recibo de los trabajos. 

8.Proceso de selección: Recibidos los trabajos, serán evaluados por el equipo de ALEGRANZA. Se tendrá en cuenta el estilo, vocabulario y desarrollo de contenidos, como así también el cumplimiento de los puntos 5 y 6 de las bases. 

9.Notificación a los seleccionados: Se realizará durante la segunda quincena de noviembre de 2020.

10.Publicaciones: Los trabajos seleccionados serán publicados en una edición especial de la Revista ALEGRANZA Hacia una Educación Poética, y los autores serán convocados a un encuentro virtual, en fecha y horario a establecer. Los trabajos no publicados serán destruidos. 



PRIMERA CONVOCATORIA INTERNACIONAL ALEGRANZA Publicación de Trabajos Seleccionados

La rehumanización que ALEGRANZA: Hacia una Educación Poética promueve es un acto esencialmente creativo, que involucra un compromiso solidario y dialógico; que no pretende la resolución y el agotamiento de las cuestiones esenciales que nos atañen como humanidad, sino más bien el despliegue de matices que tales cuestiones generan, dando lugar a la diversidad de voces que tienen sus propios planteos y reflexiones para ofrecer.

En nuestra Primera Convocatoria Internacional, hemos constatado, muy gratamente, que estas voces existen y que están dispuestas a realizar sus aportes, compartiendo perspectivas, experiencias y gestiones culturales de alto grado de calidad, que representan puestas activadoras del proceso rehumanizador. Podemos confrontar esta afirmación por la cantidad y calidad de trabajos recibidos, tanto como por la diversidad de los países de procedencia, que abarcan América Latina y España.

Esta primera edición convocó trabajos en formato de ensayo, con temática relativa al goce y desarrollo creativo en el proceso de rehumanización. Los diez trabajos seleccionados realizan sus abordajes desde distintas perspectivas: el cuerpo, la lectura, la escritura y reescritura, el lenguaje poético como puerta de acceso a la historia, a la filosofía, a la belleza, y al aprendizaje de contenidos significativos múltiples, la articulación de los distintos lenguajes estéticos y su necesidad de actualización permanente a través del diálogo y el pensamiento crítico.

Confiamos en que, con su difusión, se conozcan propuestas que, en muchos casos, ya han mostrado el beneficio de sus resultados, y que en otros, se han implementado recientemente, pero con excelente proyección.

Agradecemos todas las participaciones recibidas, por el compromiso que con la Educación Poética implican, y por su calidad tanto literaria como teórica, por lo que esperamos a cada uno y a cada una de ustedes en las próximas ediciones.

Silvia Rivas - Claudio Simiz

Coordinadores


EL GOCE Y EL HACER CREATIVO, simiente de saberes con miras a la construcción de cotidianidades alternativas

Alan Meza Cuevas. México

Dentro de un contexto problemático por el carácter de muchos de sus elementos componentes, formas de hacer violentas basadas en la indisposición a la crítica y a la divergencia con respecto a abstractas normativas de conducta sedimentadas por el mecánico paso del tiempo y el influjo consuetudinario de la convención, el planteamiento de la necesidad de un cambio significativo con miras a la rehumanización es del todo acertado. En efecto, los intentos de pensar la vida social -aquí me atrevo a lanzar una definición intencionalmente vaga y provisoria del deber-ser con fines meramente explicativos e ilustrativos; pues una conceptualización real de "la realización humana" corresponde a la colectividad crítica- en términos de la espontaneidad, la diferencia, la individualidad, el compromiso colectivo y la autonomía se ven instantáneamente ofuscadas por el concurso de los hechos concretos.

Y no es para menos si se está en convivencia latente con multiformes e invisibles violencias, una cultura heterodirigida exclusivamente basada en el consumo y la conformidad pasiva, crecientes tendencias a la homogeneización acompañadas de una pérdida de interés por el conocimiento de la diferencia y el diálogo, individualismos ensimismados, asfixiantes normas de comportamiento que recaen sobre el más íntimo pormenor de la vida personal y modelos que dictan formas predominantes y monolíticas de experimentar el mundo, de vivir. El problema, como se ve, es colosal. Pero, esto no debe conducirnos al pesimismo o a pensar la situación general como una fatalidad. El aprendizaje que se desprende de esta visión es que, frente a desafíos de tales proporciones, existen diversas maneras de posicionarse con intenciones resolutivas. Es, pues, posible actuar en vado al contrarreste de este problema y del vasto cúmulo de efectos perniciosos que produce; y problematizar alrededor de una manera de hacerlo constituye el propósito de este ensayo.

La propuesta se avoca a las formas de saber. En consideración de las formas de saber como un elemento de importancia crucial -entre otros- en los procesos de construcción, legitimación y destrucción de formas de socialidad y formas de hacer atinentes a aspectos situados dentro y fuera de la cotidianidad, se antoja sumamente plausible comenzar las disquisiciones relacionadas a la crítica y la modificación del presente con el abordaje de los saberes y los caminos por los cuales se instituyen o destituyen. De momento, problematizar el conocimiento y las formas que empleamos, reflexiva o irreflexivamente, para generarlo, seleccionarlo y usarlo, constituye una manera potencialmente efectiva de llegar a una crítica clara, puntual y aterrizada de los avatares que componen nuestro vivir diario.

Dicho esto, queda inteligiblemente manifiesta la necesidad de tratar cuestiones anejas a la educación. Desde luego, esto bajo una concepción alternativa que abarque la problematización de las formas de saber, una forma de hacer educación que valore la relevancia del impulso de la creatividad de los estudiantes, así como el desarrollo de su individualidad y la generación de las competencias necesarias para el trabajo interactivo, el compromiso grupal y el diálogo. Partiendo de lo mencionado, remito la presente reflexión en torno al cambio de las formas de saber a la educación poética. Entendida esta como el producto de continua elaboración y re-elaboración de elucidaciones, investigaciones, críticas y prácticas puestas en marcha en persecución del éxito en la construcción de modelos educativos y formas de ensañanza-aprendizaje que contribuyan a la catálisis de la creatividad individual mediante la propiciación de enlaces afectivos e intelectuales entre los estudiantes y la expresión artística en su sentido más amplio y plural, se plantea que la educación poética puede situar el arte, su ejercicio y su estudio, más cerca del saber y de la creación de nuevas formas de hacer cotidiano.

Se sostiene la expectativa de que una educación que articule la expresión artística desemboque en un apoyo marginal para el florecimiento de la creatividad de los estudiantes gracias a la prolijidad y variabilidad de perspectivas y formas de experimentar realidades marcadas por el sello individual de su historia. Es el contacto con la multiplicidad de formas de experimentar el mundo, con el caótico cosmos de la mente y la sensibilidad de sujetos creadores, la actividad fundamental de enriquecimiento del imaginario, colaborador formidable del intelecto. Esto, desde luego, entendiendo el arte como un hacer complejo y abierto, que se mueve en todas direcciones: en suma, un hacer que sobrepasa el campo circunscrito de las bellas artes; las incluye, pero no las pondera como las únicas válidas.

Mas el lanzamiento de una proposición tal no asegura a priori su realización en la vida concreta. Es menester que la actividad artística vaya a la par con la problematización, la disertación divergente: en una palabra, la disposición a la crítica multidireccional. No basta leer o producir, sea en crasa cantidad o pulcra calidad formal. La connotación del arte como forma de saber que trastoca el presente está condicionada por un desempeño constante de ejercicios críticos por parte del estudiante, mismos que han de dirigirse a todas partes: a uno mismo primeramente, como autocrítica; a la obra, como estructura; a la propia lectura, como un diálogo entre uno mismo y la obra; a las impresiones o interpretaciones ajenas que permean el campo de opiniones en lo relativo a un producto cultural específico; etc.

Así, pues, los desafíos empiezan por la recepción de las obras artísticas. En primer lugar, se describen algunos de los obstáculos que se anteponen a la recepción crítica en cuanto lectura -entendiendo lectura como la recepción atenta a los pormenores de y características específicas de cualquier tipo de producto cultural-. Es preciso enfrentar la existencia de celebridades, artistas súper-estrella que ejercen un influjo desmedido -aquí intervienen los medios masivos de comunicación y los procesos de mercantilización- sobre la selección individual de lo que leer antes que nada: ¿por qué no confiar en la arbitraria intuición al momento de escoger un libro?; ¿por qué no leer también al caro prójimo que escribe incipientemente?, ¿o al actor performativo que, osado, propone nuevas formas de entender el mundo?

Lo mismo sucede con las agendas históricas que compendian célebres nombres bajo el autoritario nombre de "cultura general" y los modelos ideales de lectura que ponderan formas particulares de recibir productos culturales como las únicas posibles -por ejemplo: la lectura tecnicista, enfoque minucioso en los pormenores relacionados a la composición de una obra; la lectura contenidista, el intento de dilucidar la intención y el argumento del autor a partir de una lectura somera e íntegra de la obra, procedente bajo el supuesto de que siempre podemos obtener aproximaciones certeras a la intención subjetiva de alguien ajeno a nosotros mismos. La crítica, en este caso, se dirige a la postulación de tales tipos de lectura como únicos válidos; es todo-.

La lectura de una obra artística debe desasirse de los imperativos exteriores que le constriñen. La lectura ha de ser considerada como una experiencia caótica y porosa, un acto de diálogo entre lo que alcanzo a inteligir de la obra y mi pensamiento, un impulso formidable para la creatividad y el intelecto que invita a brincar los límites semióticos e ideológicos de la obra, un instrumento de autoconocimiento auspiciado por la revisión crítica de las propias impresiones afectivas, un receptáculo para la articulación de vivencias pasadas con la obra con miras a la problematización, entre infinitas posibilidades. En fin, la lectura como un acto de realización individual con potencialidades de crítica y compromiso con problemas o saberes de alcance colectivo.

Bajo semejante rúbrica, la recepción en cuanto consumo de productos culturales queda, maguer la baja disposición a la crítica y el análisis que comporta, como una loable posibilidad para el divertimento y el esparcimiento de la mente. La recepción táctil, distraída y jocosa de la obra artística constituye un medio loable de relajación, contribuidor indispensable para el equilibrio psíquico. Pero, la disposición a la crítica no ha de suspenderse por completo ni por periodos prolongados, hay que estar atentos y cuestionar. El consumo placentero no debe fagocitar el tiempo, el espacio ni la energía necesarias para la reflexión y la autocrítica.

Ahora, los desafíos a superar en cuanto la producción empiezan por instituciones como la de la producción exclusivamente dirigida al consumo. Es criticable la creación supeditada al fin de que guste, que satisfaga al receptor, en tanto anula el desenvolvimiento del arte como una comunicación sui generis, una experimentación del mundo apoyada con filtros que conduzcan a la visión de lo otrora invisible, la intelección de lo que antes ni siquiera existía. La producción cultural de objetos de exclusivo consumo lleva, en cambio, a la reproducción del gusto predominante, a la estimulación de las mismas mociones afectivas de siempre, a la asimilación irreflexiva de recurrentes concepciones, la sedimentación de

vetustas formas de hacer arte y el paulatino embotamiento de los sentidos frente a lo diferente.

La tentativa de una producción crítica se enfrenta también al efectivo influjo de otras concepciones del hacer-arte que conducen a formas de hacer discutibles como el apego puntual a normativas estéticas apoteotizadas y el seguimiento de estilemas jerarquizantes de composición dirigidos al fortalecimiento de la mítica dicotomía autor-receptor. La creación artística puede ser algo más que eso. La creación puede ser un acto de autoconocimiento, una introspección que dé claras cuentas de la vida interior como simiente para la reflexión, la autocrítica y, de ser el caso, un cambio en la conducta. Como experiencia individual, el trabajo creativo puede constituir un valioso recurso para el alcance de saberes sobre uno mismo y potenciales saberes sobre el pensar colectivo, puntos a debatir que enriquecen el diálogo colectivo en vado a la generación de conocimientos que encaminen las formas de socialidad y hacer cotidiano hacia horizontes más críticos y humanísticos.

Obstáculos no menos significativos se presentan en materia del análisis. El primero de ellos es la división dicotómica análisis-creación. Se sostiene que la distancia entre una actividad y otra es menos luenga de lo aparente en considerando el alto contenido de vivencias, afectos e ideas del imaginario del que el análisis de la realidad observada está cargado, así como el trabajo mental analítico que subyace a cada creación, la selectividad y exaltación de unos elementos por encima de otros que desemboca siempre en creativos trastrocamientos de la realidad. En virtud de esta conceptualización, el análisis será algo más que una puesta en práctica de un método de interpretación de fenómenos y la creación un acto más heurístico y promisorio que simples desfiguraciones de los hechos, fantaseo intrascendente.

De esta suerte, la recepción y la producción del arte constituirá una labor analítico-creativa, semilla de una formidable generación de inéditas perspectivas y formas de experimentar el mundo, allende las formas de hacer convencionalizadas, las normativas y los modelos que tentan de determinar nuestra manera de vivir y gozar. Un proceder tal se ha de ver complementado por el diálogo, la compartición y la comunicación de los hallazgos individuales para su discusión en colectivo. La profundización individual debe ser perfeccionada y apuntalada por la voz de la crítica de aquellas personas dispuestas e interesadas, de pequeños grupos dispuestos a la crítica; en fin, el contacto con otras

perspectivas.

Esto es fundamental. El contacto con la multiplicidad de modos de experimentar el mundo a través de un proceso continuo de recepción y producción artísticas impulsadas por la disposición analítica y crítica frente a la realidad, provee la simiente para el cambio; pero es imperioso el diálogo. La articulación arte-creatividad-diálogo otorga la potencialidad a la educación poética como forma crítica de producción, comunicación y recepción de saberes dirigidos hacia objetos pertinentes dentro del proceso de construcción de cotidianidades alternativas, de formas de hacer situadas más allá de las viejas formas violentas, heterónomas y coactivas. La educación poética, en mancuerna con la crítica constante y el diálogo, encarna una contribución virtual para la rehumanización, simiente para la creación de una vida social distinta.

Bibliografía de consulta:

Abril, G. (2013). Cultura visual, de la semiótica a la política. Madrid: Plaza y Valdés

Editores.

Barthes, R. (2006). El grado cero de la escritura seguido de Nuevos ensayos críticos. México:

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Barthes, R. (2011). El placer del texto. México: Siglo XXI editores.

Benjamin, W. (2003). La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica.

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Bloch, E. (1997). Principio esperanza. Barcelona: Gedisa.

Castoriadis, C. (1998). Hecho y por hacer: pensar la imaginación. Argentina: Editorial Universitaria de

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Eco, U. (1999). Apocalípticos e integrados. Barcelona: Lumen.

García Canclini, N. (1990). Culturas híbridas . Estrategias para entrar y salir de la

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Goldmann, L. (1992). La creación cultural en la sociedad moderna. México:

Fontamara.

Sandoval Álvarez, R. (coord.). (2019). Cuaderno de metodología y pensamiento crítico. Pensar crítico

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Williams, R. (1981). Sociología de la cultura. Buenos Aires: Paidós.

Alan Meza Cuevas (Guadalajara, México, 1999) Mexicano. Nacido y residente en Guadalajara, México. Estudiante de la Licenciatura en Sociología en la Universidad de Guadalajara.



PROYECTO BITÁCORAS 2020: La necesidad de contar historias

Ana María Pereyra Rivas  -  Matías Germán Rodriguez Romero. Argentina

¿Qué es escribir? Arribamos a este interrogante tras una charla con una estudiante universitaria de la Licenciada en Educación Popular, a la que le comentamos nuestra iniciativa. Esta pregunta, que empezó como un debate entre voluntarios del equipo y terminó siendo el principal disparador en las encuestas del primer taller digital de Bitácoras, es la abre este artículo. Es sobre cuyas respuestas reflexionaremos, a modo de introducción a los logros que ha obtenido el Proyecto Bitácoras.

Orígenes y fundamentos

Para explicar cómo nace este proyecto es necesario explicar de dónde proviene; en resumen, quiénes somos. Y es que el concepto de que nos funda es el mismo para el cual trabajamos: jóvenes capaces. A todos en el voluntariado nos une el haber tenido la suerte de encontrar alguien que creyera en nosotros y nos impulsara a ser mejores, a trabajar por lo que queremos ver mejorar y por aquello en lo que creemos. Nuestro trabajo organizacional se resume en ser ese "alguien" para un tercer joven, uno que no conocemos pero que sabemos que muy probablemente nos esté necesitando para enfrentar los desafíos que conlleva ser parte del grupo humano joven en nuestra sociedad.

A lo largo de nuestra experiencia, hemos tenido la posibilidad de trabajar con jóvenes de toda la provincia, de instituciones privadas y públicas, del centro y el interior de la provincia; y encontramos una necesidad en común en todos estos contextos: los jóvenes no tienen donde expresar sus pensamientos. A menudo, sus pensamientos son desacreditados por su edad, o por "la falta de experiencia en el mundo real". Cualquier joven que desee opinar, incluso en eventos o decisiones que lo afectan de manera directa, se ve expuesto a tener que justificar la validez de su opinión y aun haciéndolo rara vez es tenido en cuenta; y si además el joven pertenece a un grupo minoritario, la situación no hace más que empeorar.

Se trata una sociedad que se refleja en un sistema educativo que en numerosas ocasiones no deja lugar a la expresión de sentimientos o emociones, que promueve una filosofía de "el show debe continuar" -muchas veces a costa de nuestra salud mental- y en la que conceptos como inteligencia emocional, trabajo colectivo, o empatía parecen dejarse de lado reemplazados por cuestiones como la productividad, la eficiencia y el éxito individual. Un sistema educativo que está en crisis, no solo con la masificación del acceso a la información y la rápida evolución de las tecnologías, sino también porque con el paso del tiempo no hace más que confirmar que resulta insuficiente a la hora de proveer herramientas que le sirvan al joven para integrarse en la sociedad.

Bitácoras surge con nuestra determinación a contribuir con un espacio donde la necesidad de expresión de los jóvenes -sus vivencias, sus experiencias, sus características, sus problemáticas- pueda ser satisfecha, pero al mismo tiempo donde pudiéramos facilitarles herramientas necesarias para desenvolverse en la vida en general. Así fue cómo elegimos la literatura como vía para canalizar la necesidad de expresión y al mismo tiempo para poder compartir ese resultado con la sociedad; la lectura y escritura son una parte fundamental del desarrollo íntegro de una persona y a través de este proyecto nos planteamos usarlas como recurso a favor.

El proyecto nos ha representado un desafío desde el momento de su creación en adelante; primero porque tuvimos que diseñar una propuesta que pudiera acercar la literatura a los jóvenes de una forma diferente de lo que la escuela formal lo hace, y más tarde porque el aislamiento preventivo obligatorio nos implicó repensar la planificación para adaptarla a la virtualidad. Nuestro público, comunidades de jóvenes, siguen necesitando conquistar nuevos medios de expresión; una necesidad en la que iniciativas como Bitácoras cumplen un rol fundamental. Además, repensar el proyecto nos sirvió no solo para explotar al máximo el potencial de la iniciativa haciendo uso de recursos digitales sino también para crear nuevas iniciativas en el marco del objetivo general del proyecto.

¿En qué consiste el proyecto?

El Proyecto Bitácoras se propone bajo la analogía de la lectura como un viaje: a través de ella podemos conocer lugares nuevos, gente diversa, y un mundo de infinitas posibilidades se abre ante nosotros, listo para ser explorado mediante el uso de la imaginación creativa. La columna vertebral de su ejecución es un mapa de un archipiélago desconocido que los participantes irán explorando. Cada isla del archipiélago representa un género, con actividades y dinámicas relacionadas a sus características. Los participantes guían el viaje taller a taller, eligiendo qué zonas del archipiélago desean explorar y resolviendo las actividades que en ellas se proponen.

El proyecto se enmarca en el paradigma de Educación Popular, es decir, el entender la educación como un proceso participativo y transformador, en el que el aprendizaje y la conceptualización se basan en la experiencia práctica de las propias personas y grupos participantes en procesos de formación. Uno de los grandes desafíos que enfrentamos debido a la necesidad de la virtualización, fue la posibilidad de plantear una construcción en conjunto del conocimiento mediante los recursos tecnológicos a la par del incentivo al ejercicio de lecto-escritura como vía de libre expresión y en fomento a la construcción de una opinión crítica.

Es por esto que en el primer taller hicimos a los participantes la pregunta que mencionamos al comienzo, y sus respuestas nos acercaron a lo que significa la escritura para un joven de 13 años. Entre las respuestas encontramos que es "una forma de expresar sentimientos o experiencias vividas", o "interpretar lo que te gusta e imaginas a través de las letras" y también "representar ideas, palabras, sentimientos, a través de una hoja, cuaderno, etc.". Para ellos es tanto "una manera de despejarse", como de "redactar un texto con algún propósito". Es tanto "relatar lo que sienten o piensan" como "una forma de salir de la realidad". Otro de los chicos/as, nos confiesa que, para él/ella es "como poder sacar toda tu imaginación e inventar y contar anécdotas o incluso fantasear con la magia, el crimen, etc.". Alguien lo resume diciendo que "escribir es magia", y en esto último tenemos que coincidir.

Resultados a largo plazo

Lo que comentamos en esta nota es el resultado de nuestro proyecto, una iniciativa a pequeña escala -con menos de 100 jóvenes participantes-, pero con tan buenos resultados que nos ha servido para transparentar una realidad: los jóvenes, y en este caso los adolescentes, necesitan de un lugar donde contar sus historias.

El principal hallazgo que encontramos en las producciones que recibimos de los jóvenes participantes, y que ahora queremos compartir con quien esté leyendo este artículo, tiene que ver con un potencial propio en los jóvenes (muchas veces desconocido por ellos mismos) que es ajeno a cuestiones educativas formales como herramientas lingüísticas o de redacción: un potencial creativo. Si quitamos las diferencias de calidad en los textos que tienen que ver con la adquisición (o falta de ella) de herramientas de escritura, el resultado en bruto es igual en todos los jóvenes; todos tienen abundante potencial creativo. Pero ese potencial creativo joven, muchas veces vulnerado por un sistema educativo que no lo contempla y no busca sacarle provecho, con el tiempo se convierte en un desinterés crónico que nos conduce a conformarnos como una sociedad cada vez más apática y ajena de todo aquello que nos hace humanos.

Comenzar a generar espacios que sean tierra fértil para el ejercicio de la creatividad nos parece fundamental por lo que, si algo queremos que surja de esta artículo, es la motivación para realizar más intervenciones de este tipo. No solo iniciativas como Bitácoras, sino cualquier otro proyecto que pueda impulsar a la escritura -y otros medios de libre expresión- de los y las jóvenes. Hoy las circunstancias nos han llevado a pararnos frente a las puertas que conducen a un futuro diferente, a una "nueva normalidad". Ahora, más que nunca, es el momento de trabajar para construir ese mundo en el que todos ansiamos vivir, que saca lo mejor de nosotros y nos permite ofrecerlo al mundo.

Ana María Pereyra Rivas (2000; San Juan, Argentina.) - Estudiante de Ciencias Políticas y de Comunicación Social. Ciudadana global y voluntaria. Escribe en pocas palabras en: https://twitter.com/palasatina

Matías Germán Rodríguez Romero (1998, San Juan, Argentina) - Estudiante de Abogacía, voluntario y autor de ficción publicado. Escribe en muchas palabras en: https://mgermanrodriguez.wordpress.com/



CREATIVIDAD SIMBÓLICA de los cuatro elementos occidentales en la poesía de José Emilio Pacheco

Blanca Álvarez Caballero. México

La compilación de catorce poemarios de José Emilio Pacheco en Tarde o temprano (FCE, México, 2009) comienza con textos en torno al tiempo cosmológico de modo contundente en los dos primeros libros del escritor: Los elementos de la noche y El reposo del fuego; si bien el tiempo cosmológico se mantiene, en diversa medida, en todos los libros líricos del autor mexicano. Asunto preponderante en Tarde o temprano mediante dos aspectos: 1) transformaciones de los cuatro elementos occidentales (agua, fuego, aire y tierra), a través del pensamiento explícito e implícito de la espiral heracliteana del tiempo que transgrede toda sucesión lineal, es decir, tradicional (pasado, presente y futuro), comenzando por la madre naturaleza; 2) firme creencia en que sólo el respeto, el amor traducido en acciones pragmáticas en favor del cosmos (macro y micronaturaleza) lograrán salvar al planeta del apocalíptico binomio naturaleza versus la mal llamada "civilización".

Para José Emilio lograrlo tiene como fundamento dos tópicos: a) explícita y antigua visión japonesa del respeto, responsabilidad, alabanza y cuidado hacia la naturaleza, especialmente a través del haiku y el tanka y b) petición implícta de espiritualidad que devuelva al hombre y la mujer de los siglos XX y XXI formas de encontrar el amor por la naturaleza y por los humanos. Este ensayo cosmológico se concentra en la dualidad y fusión de creación-destrucción de la vida, mediante un ciclo infinito e inesperado, en que formas durabilidad, fortaleza de cada elemento son variables, lo mismo que sus consecuencias. Ello representa una metáfora de todo ser vivo, incluyendo al humano. Todo comienza por el agua: mar, sol, cielo con truenos y relámpagos para descender a la tierra como tormenta, llovizna, lluvia; ser río, lago, cascada; para presentar el comportamiento terrenal de flora y fauna, la naturaleza animal, el Album de zoología que es nuestro planeta y sus peleas entre animales y/o con el hombre, ambos víctimas o verdugos, según se trate en diversos textos de Pacheco.

Otros poemarios del autor hacen referencia a lo catastrófico del elemento tierra hasta sus últimas consecuencias: la reducción a polvo, a nada, en que el factor destruido es irreversible, como en Miro la tierra, dedicado al terremoto de 1985, en México, Fin de siglo (desenlace) y La edad de las tinieblas. En tanto que el elemento aire constituye el medio de conexión y transmutación alquímica de elementos y, por ello, de la naturaleza y el hábitat de todos. Los cuatro elementos occidentales se encuentran en diversa medida y con varias intencionalidades de principio a fin en la extensa, profunda y contradictoria poética titulada Tarde o temprano, editada por el FCE, México, en 1986, 2000 y 2009.

En la poesía de Pacheco, el agua es creadora y destructora: siempre transformadora. El agua fluye, diluye, concentra por un tiempo; circula, estanca, aunque nunca del mismo modo. Espiral irrepetible: presente instantáneo, más recuerdo condenado al olvido de la desmemoria que presente retenido por largo tiempo. Para JEP, el mar fue esencialmente masculino, como en este fragmento emblemático de "Sobre las olas", en el libro El silencio de la luna: "Tierra: fondo del mar, fardo del mar, lastre del mar,/ esclavizada por el enorme peso del agua./ El mar, la mar, el agua madre que es el padre/ de todo y destruye todo" (Pacheco, 2009: 443). El mar es devenir incesante ya desde Los elementos de la noche y El reposo del fuego. En ambos poemarios, el mar es apabullante, contundente en su capacidad dual creadora y destructora.

Indudablemente, el agua es condición efímera del cosmos, el hombre y las obras de éste por la capacidad de ella para devastar el planeta Tierra. Las tormentas, lluvias, ríos "disuelven las horas" (deterioran planes del hombre) hasta volverlo un "séquito de espuma" (Pacheco, 2009: 16). El agua manifiesta en la espuma es un equivalente de la tierra reducida a polvo. Espuma (agua) y polvo (tierra) son la esencia de la pequeñez del cosmos que padece los estragos del tiempo. Por eso en varios poemas de JEP ambos elementos están imbricados, como al decir que "El mar se adueña de la tierra: su límite y tortura" (Pacheco, 2009: 18). El agua deviene tierra por la íntima relación que guardan; por ejemplo, el mar y la tierra, la arena y la hojarasca, la espuma y el polvo. Todo está hecho para volverse efímero. Ya desde Los elementos de la noche, en el texto "Mar que amanece" existe este enfoque. En el libro El reposo del fuego, la tierra transita de elemento literal que conduce a la caducidad de la macro y micro naturaleza cósmica para ser un símbolo de la destrucción ecológica y de la civilización. La gran metáfora de ello es la Ciudad de México, "el quinto infierno", como la nombró Pacheco algunas ocasiones en charlas, a través de la ironía.

En el segundo poemario de JEP se muestra la capital de la República mexicana devastada por combates sangrientos, por el colonialismo y sus saqueos: la desaparición de la antigua Tenochtitlán; tema presente en diversos libros del escritor. Poemarios en que los malvados son virreyes, soldados de diversas categorías. Es la guerra una espiral heracliteana: infinita, inesperada, inefable en poemas cuyo sujeto refiere el actuar de colonizadores que en parte recuerdan el Canto general, de Pablo Neruda, pero sin la sonora musicalidad del poeta chileno. En José Emilio Pacheco impera, más bien, el coloquialismo lacónico y con tono de reproche para preguntar y responder enfadado: "¿Qué se hicieron los lagos, los canales/ de la ciudad, sus ondas y rumores?/ Los llenaron de mierda, los cubrieron/ para abrir paso a todos los carruajes/ de los eternos amos de esta tierra..." (Pacheco, 2009: 55).

Es un México subterráneo donde la obsesión de Pacheco por lagos, ríos, montañas, bosques, parques y arquitectura antigua se convirtieron en gran medida en desiertos, smog, vecindades, estacionamientos y basureros: en pérdida de identidad mexicana, internacional y personal; en la espiral mencionada que unas veces es el sufrimiento por Tlatelolco, el terremoto de 1985 en el libro Miro la tierra; así como la reiteración de consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, la incertidumbre por la Guerra Fría, la indignación por matanzas en Vietnam, Kosovo y otros lugares. Ello se resume en poemas sobre la tiranía y en verso letales, como "Trágico impulso humano/ destruir lo mismo al semejante que al distinto" y "El orden se mantiene con el terror".

Por su parte, la tierra y el fuego implican la unión constante, cuya fuerza, por lo general, conduce al desastre. El sol está muy presente en los poemarios de JEP como metáfora de caducidad, dado que el fuego calcina, convierte en cenizas, en nada a la naturaleza; así como lo hace con la memoria colectiva e individual, en que hombres y mujeres arden en su hostilidad, indiferencia, vacío, en la oquedad que somos, escribe el poeta; en el erizo, al decir que " El erizo tiene miedo de todo y quiere dar miedo/ en el fondo del agua o entre las piedras (...)No se conoce a sí mismo./ Tan sólo puede imaginarse a partir/ de los otros erizos,/ su áspero prójimo,/ su semejanterechazante" (Pacheco, 2009: 448-449).

La transformación de elementos ocurre por el factor el aire, que representa, en gran medida, al tiempo. El aire/ viento es símbolo de tránsito, conexión invisible, deterioro y renovación que (re)produce la naturaleza y cultura. Agua, tierra y fuego son materia, son tangibles, incluso, comestibles, como lo refiere el poema "Pan", del libro Como la lluvia: "Eres lo que no miente,/ Eres la verdad/ Hecha de agua, de sol y tierra./ En ti podemos comer/ La materia devoradora./ Al final/ Seremos alimento para tu espiga" (Pacheco, 2009: 640). El aire se capta por el olfato y la vista. Puede sentirse devastador en el cuerpo humano y en las obras del hombre por causa de ciertos desastres llamados "naturales". El aire puede ser tan edificante y destructor como los otros elementos, pero se asocia más al tiempo por su característica de dinamismo perpetuo.

En la poesía de José Emilio Pacheco el poder de Cronos en los cuatro elementos siempre condujo al agua que ahoga, el fuego calcinador, la tierra que pulveriza y el aire asfixiante. Pero, a la vez, el agua limpia, purifica; la tierra nutre y protege; el fuego atempera en sintonía con su poder energético siempre renovador; y el aire permite vivir: respirar, hablar, escribir, alabar a la naturaleza, servir a los demás, dejar huella ética personal y colectiva en la historia, edificar con dignidad y conciencia de que somos del tiempo que nos da un segundo en donde cabe nuestra extensa vida.

Bibliografía

Pacheco, José Emilio Tarde o temprano FCE, México, 2009.


Blanca Álvarez Caballero (Zinacantepec, Estado de México, 1975). Maestra en Humanidades por la UAEMEX. Poeta y ensayista. Tiene publicados el libro de ensayos Sísifo amoroso. Poética simbólica de Félix Suárez (Secretaría de Cultura del Estado de México, 2018), los poemarios Amanecer incierto y solitario (IMC, 2001), Ausencia del marino (IMC, 2004) y Odiseo regresa (IMC, 2008). Jurado en concursos nacionales e internacionales. 



El LENGUAJE POÉTICO

Emilio Pulido Medina. España

Y después calma, silencio,

estrellas, brisas, fragancias...

la luna pálida y triste

dejando luz en el agua.

Juan Ramón Jiménez

El lenguaje poético es un tópico frecuente en los ensayos que abordan problemas vinculados con la literatura y, en especial, con la poesía, en las últimas décadas del siglo veinte. La función poética (también llamada función estética) es el uso que hacemos del lenguaje cuando queremos producir una sensación estética de agrado y belleza. El elemento central es la forma del mensaje, ya que un mismo mensaje (con el mismo contenido) puede comunicarse de diversas formas, recurriendo a diferentes palabras, expresiones y entonaciones. Así, en los versos de Juan Ramón Jiménez, con los que he comenzado este ensayo sobre el lenguaje poético, vemos como el poeta va hilando las palabras con una delicadeza infinita, apenas de puntillas, sin hacer ruido para no despertarlas. Se adentra en ellas y poco a poco va tejiendo sus versos con su sentir emocional, con sus vivencias y con su sensualidad de mariposa sutil, infundiéndole a sus palabras esa sensación estética llena de una vitalidad con la que las dulcifica. Por eso, en las palabras, está el carácter personal y literario de todo poeta y con ellas "juega" y se "recrea" captando todos los mensajes que el universo desprende, para construir, iluminar y enriquecer, mediante el lenguaje poético, todo el significado de las cosas y anteponiendo, ante todo, su sencillez como la norma estética que afecta tanto a la expresión como a la mirada con la que observa o descubre el mundo temporal y el mundo externo. Así, bajo estas coordenadas, creo que todo poeta concibe la función estética del lenguaje.

Ese mundo sensorial de calma, silencio, estrellas, brisas, fragancias... junto al mundo temporal de soledades y nostalgia (luna pálida y triste...) son como símbolos, de dos polos en tensión que se dan con frecuencia cuando queremos enfrentar las realidades por los que discurre la vida. Lo material y lo espiritual, lo temporal y lo externo, son llevados, mediante el uso del lenguaje poético, más allá de lo cotidiano, a otra realidad diferente más fresca y más viva.

Así, basándome en todo lo expuesto, puedo afirmar que esto implica en el lenguaje poético (la poesía) la "necesidad de una conciencia interior" que visione, que transforme cada palabra con otra luz.

Con todo esto estoy en disposición de manifestar, bajo mi perspectiva individual y desde la libertad más absoluta de la palabra que, mediante el lenguaje poético se generan versos creados con las miradas más profundas y arrancados al silencio desde el silencio, haciendo que cada palabra se descarne en voz auténtica y sincera.

Muchas veces he escuchado de la dificultad del lenguaje de la poesía, de lo no común, de lo complicado que es. Cuando Lorca dice "Verde que te quiero verde" o "Arbolé, arbolé, seco y verdé" a mí primero no me importa qué quiere expresar, ni me importa su trasfondo semántico; lo que me importa es que sus palabras me llegan desde una perspectiva estética mediante la repetición de las palabras. Sí, Lorca utiliza un lenguaje no común, un lenguaje inhabitual, y es aquí, en este lenguaje inusual, donde reside la importancia de concebir un hecho de forma distinta al usual a través del lenguaje poético. Un poema es un conjunto lingüístico, en el cual el lenguaje, tomado como significado y significante como materia artística, alcanza una nueva dimensión formal que se realiza potenciando los valores expresivos del lenguaje mediante un ritmo pleno.

"Camarada esto no es un libro, quien lo toca, está tocando a un hombre.

¿Es de noche? ¿Estamos tú y yo solos?

Yo soy aquel a quien abrazas y quien te está abrazando.

¿Quién no se conmueve al leer estos versos de Whitman, ante esa evocación sincera y sensorial llena de amor hacia el otro? Whitman fundamenta sus versos en otros ritmos diferentes al verso de Lorca, son evocaciones sensoriales y llenos de sentimientos que intentan tocar la fibra más sensible de toda persona que emprenda la aventura fascinante de leerle. Sin embargo, el Premio Novel, Vicente Aleixandre niega la existencia de un lenguaje poético por sí mismo: "No hay palabras feas o bonitas en la poesía; no hay más que palabras vivas y palabras muertas". Y su continua preocupación será situar cada palabra -bonita o fea- allí donde aparezca como necesaria: "Toda palabra es poética si necesaria, quiero decir imantada en el acto de la creación fiel. Dentro del poema, cuando (sea) justa, ¡cómo brillará con la luz inconfundible de la creación!" Para Aleixandre, la poesía, más que belleza, es comunicación: "En todas las etapas de su existir -escribe-el poeta se ha hallado convicto de que la poesía no es cuestión de fealdad o hermosura, sino de mudez o comunicación. A través de la poesía pasa prístino el latido vital que la ha hecho posible, y en este poder de transmisión quizá esté el único secreto de la poesía, que cada vez lo he ido sintiendo más firmemente: no consiste tanto en ofrecer belleza, cuanto en alcanzar propagación, comunicación profunda del alma de los hombres". No es extraño, por tanto, que Aleixandre haya llegado a formular esta definición del poeta: "una conciencia puesta en pie, hasta el fin".

Quisiera, además, desde mi experiencia profesional durante muchos años, como docente de la enseñanza del lenguaje, hablar de la gran contradicción del desarrollo de esta materia en las aulas. Todos hemos pasado muchos años de escolaridad estudiando lenguaje y, sin embargo, resulta poco alentador comprobar que esas enseñanzas no han dado los resultados que cabría esperar, en que seamos mejores comunicadores, mejores escritores. ¿Y cuáles son las causas que generan esta contradicción? A mi juicio, creo que se dedica todo el tiempo a la enseñanza de la reflexión sobre la lengua, mientras que se olvida casi por completo lo que debería estar en el centro de nuestras preocupaciones: La imaginación y la composición, a través de una de las funciones del lenguaje, la estética o poética. El clásico ejemplo de la bicicleta, ilustra bien lo que quiero decir. Pretendemos que los niños/as aprendan a montar en bicicleta a fuerza de analizar sus partes y componentes, como si calcular la longitud de las ruedas, aprender la teoría del equilibrio o la relación entre el sillín y la cadencia del pedaleo incidieran en alguna medida en el aprendizaje que buscamos. Hay que subirse a la creatividad, a la expresión de ideas, de sentimientos, de sensaciones...y caerse y volverse a subir en el tren del lenguaje poético.

Ningún buen escritor repara en la morfología de las palabras que utiliza cuando narra una historia apasionante, ni ninguna persona enamorada escribe un bello poema pensando en que el verso que compone es una subordinada adverbial. Los conocimientos analíticos que nos proporciona la gramática, en general, jamás deben de restringir la pulsión de escribir, de expresar, sino que debe situarse al servicio de la comunicación y ayudarnos a mejorar la calidad de nuestros textos.

Para acabar este ensayo sobre la creación y expresión del lenguaje poético, puedo afirmar que todo poeta despliega su "mirada", tanto sobre su entorno como sobre su propia corporalidad, permitiéndole descubrir al mismo tiempo su yo y el mundo que lo rodea. Así, a través de su sensibilidad, de su afectividad le permite ahondar experiencias emocionales, sensitivas para las cuales se haya especialmente dotado y situar cada palabra sea bonita o fea en el lugar adecuado, en el lugar necesario para que pueda adentrar al lector en un universo de comunicación poblado de sensualidad, donde el silencio, el aroma y el clima emocional de las palabras haga en el lector generar sus propias interpretaciones desde su óptica libre y personal. Como dice el poeta andaluz, Genaro Talens, "Un escritor no debe dar interpretaciones de su propia obra, de lo contrario no había escrito un poema, sino un ensayo". Un poema debe ser, en sí mismo, una máquina de generarlas, y eso es, lo que el lector, dependiendo de su estado emocional, en el momento que lee el poema, descifrará de una manera muy personal el lenguaje poético de la poesía.

Emilio Pulido Medina (Molvízar, Granada, España). Es profesor de Lengua y Literatura e Inglés. Perteneció al grupo poético Jitanjáfora desde 1996-2001 con el que participó en cantidad de recitales, talleres poéticos y colaboraciones literarias. Fue presidente, también, del grupo literario Caja de Semillas desde 2002-07 con el que mantuvo una intensa labor literaria. Autor de 7 libros de poesía y 2 de narrativa y premiado en certámenes de poesía a nivel nacional e internacional.



JUEGOS A LA HORA DE LA POESÍA

Estanislao Monje. Argentina

Para definir lo poético, los poetas han asumido varios riesgos dando el salto hacia el humor, el absurdo o los caprichos de la inspiración. Isidoro Blaisten, por ejemplo, ironizó: "¿La poesía?, pero si es muy fácil:

toda

chiquita

y

pa´

abajo".

Más temerario, el poeta valdiviano Jorge Torres postuló: "Si digo 'la poesía es la ordenación del caos en la palabra', me acusarán de cursi". Visionario, precipitado, todo poeta se aviene a precisar qué es esa antorcha escurridiza que alumbra y que se escapa.

La poesía es su propio instrumento, su punto de partida y su horizonte de esperanza. Tal vez podría plantearse, haciendo uso de su misma materia, que la poesía es

"un anillo invisible

que dobla y que repliega

la idea de la forma

la forma de la idea".

No obstante, también es posible toparse con lo poético en un solo golpe de vista, de viento o de timón. A la poesía podremos encontrarla doblando la esquina, en el callejón interminable, en un laberinto o en la sala de espera del ortodontista. La poesía necesita de la incertidumbre o del repentismo porque nació de los primeros murmullos del hombre (León Felipe creía que la primera palabra del poeta fue: "¡Ay!"): el sonido buscó el equilibrio cuando la poesía se hizo imagen y después se volvió poesía de pensamiento. Tal vez hoy la encontremos pivoteando entre la música, la idea y la imagen, tratando de zanjear los azares de su existencia, por no decir "sobreviviendo". Sea como sea, la poesía no admite cálculos ni admoniciones.

De la poesía sabe un vendedor que ambula por los subtes, ingresa enarbolando un reproductor, vendiendo compilaciones musicales: rock nacional, música de películas, clásicos, y ante un señor ofuscado que bufa porque los parlantes quedan a la altura de sus oídos exclama antes de saltar al furgón que sigue: "al que no le gusta la música le doy mis condolencias".

La poesía es como la fama para García Márquez, "una señora muy gorda que no duerme con uno, pero cuando uno despierta está siempre mirándonos frente a la cama".

Aro de fuego la poesía, es ir buscando un centro, es arriesgarse, es quemarse por todos los costados. Para Alfred Döblin "al hombre le pasa lo que al fuego: cuando arde tiene que devorar, y cuando no puede devorar se apaga, tiene que apagarse". Me animo a la paráfrasis y propongo que "al poeta le pasa lo que al fuego: cuando devora debe arder, y cuando no puede arder termina por devorarse a sí mismo".

HACE UNOS AÑOS

Cuando era chico, munido de un diccionario, me puse a jugar con las palabras, seleccioné algunas, las ordené y compuse dos líneas. Me sobra razón para confesar que eran versos muy malos, puedo apelar a la memoria para esgrimir la prueba:

"aromas a jardines añorosos

plasmaron una ronda de belenes".

Eso sí, musicalmente, en ese pareado no había fisuras, eran endecasílabos perfectos; tampoco hay mucha distancia entre la selección léxica acometida por un niño que vivía su infancia en un pequeño pueblo creciendo casi sin televisión y el habitual trabajo de un escritor, con la búsqueda de belleza de posición de los vocablos y la música que tantas veces parece llevarse alegremente puestas las palabras en su turbión. A ese experimento sobrevinieron otros, quizá con algún mayor grado de compromiso poético. Se trataba de juegos a la hora de la escritura o de la escritura a la hora del juego. Lo cierto es que escribía en cuanto papelito encontraba rondando por la casa, los doblaba, sobre ese doblez volvía a escribir y practicaba un nuevo doblez, entonces los colocaba dentro de los vagones de un trencito de lata que desarmaba muy fácilmente y que ponía a descansar sobre un estante disimulado entre otros juguetes. Al mediodía estampaba alguna frase en un billete que dejaba en la panadería cuando iba a pagar el pan para el almuerzo. Una de mis hermanas trabajaba en la panadería, seguramente era la primera que leía esos poemas esqueléticos. Esas esquelas, pienso ahora, fueron mi primera publicación y mi hermana colaboraba para difundirlas: los clientes se llevaban los poemas con el vuelto o volvían a casa cuando el panadero le abonaba a mi hermana su sueldo a fin de mes.

Así es como un papel de cambio que viaja de mano en mano puede convertirse en un poema y un tren de carga que espera estático se vuelve el viaje que aliviana la carga.

HACE UNOS DÍAS

Hace unos días me invitaron a dar una charla sobre el lenguaje. Al auditorio lo conformaban unos cincuenta chicos de alrededor de diez años. Inquietos, desconcertados y quizá también esquivos, me dieron la bienvenida. Una niña, a quien le había tocado pensar las diez palabras que se llevaría a una isla remota para una excursión de larga temporada, reveló: "pescar, nadar, pensar, gritar, luchar, cazar, buscar, vivir, leer...". "Bueno -me animé a evaluar-, eso tiene mucho sentido práctico, pero hay nueve, te ha faltado una". "Sí -contestó ella-, dejé para el final la más importante: saber". El silenció volvió a llenar la sala. Y entonces acometió nuevamente con la lista: "Saber pescar, saber nadar, saber pensar, saber gritar, saber luchar, saber cazar, saber buscar, saber vivir, saber leer". Largo silencio aprobatorio. Un modo de rendirse ante la genialidad.

En el estacionamiento de un local comercial vi una pintada callejera, impune y creativa. Sobre un paredón, el dibujo de una puerta con una leyenda decía: "puerta a otra realidad". Festejé inmediatamente la selección léxica, "realidad" en lugar de "dimensión", y la invitación a imaginarnos la mágica faena de hospedar ilusiones y alojar los deseos tras la tapia. Los maestros del Realismo Mágico, con Macondo y Comala, trazaron las coordenadas de una realidad literaria donde se podía plantar la bandera de la magia. En esos pueblos, los vivos gozan y los muertos vuelven. Hordas de turistas alquilan autobuses y llegan hasta Aracataca, el pueblo donde nació García Márquez, planeando pisar tierra Macondiana. Huyen de sus realidades en busca de realismo, desconocen en ese rapto de pretensión ramplona que Macondo está vivo en las páginas y la tierra prometida no es más que es ese espacio levantado a pura imaginación y siempre en construcción. Pienso también en el Pago Chico de Roberto Payró, ese pueblo donde tienen lugar las correrías pícaras de Laucha y donde dirimen su destino comisarios, curas y almaceneros con su viveza criolla (con su "criolleza" viva). Ese pequeño pueblo pobre es una patria grande de riqueza narrativa.

Escuché días pasados la noticia de un chiquito que se escapó de un Jardín de Infantes, lo encontraron jugando en la vereda y quienes relataron el acontecimiento se lamentaron largamente sobre lo que pudo haberle sucedido. Me instalé más acá, con esa puerta abierta frente a mis ojos iluminándome el camino. Vi las escuelas abiertas como ciertas heridas, como ciertas preguntas, como el futuro incierto que nos vamos poblando de realismo público y de magias secretas. Porque Macondo existe y existe Pago Chico, porque Comala existe y existen muchas puertas hacia otras realidades mil veces más amables, mil veces más amadas, aunque nos demos una y mil veces la cabeza contra la pared.   

Estanislao Monje (Buenos Aires, 1979) Profesor en Letras. Publicó: Punto de Partida, Demás está Decir, Tríptico en Fa, Hilo de Oro, No, Aquí Haiku, Un julio por segundo e Hilandería (en poesía) y Brevas, historias para chicos breves y Casa Magreb (en cuento), "Metabolismo del lenguaje" (ensayo), obtuvo el Segundo Premio de Ensayo "Inarco a las Letras" en 2007; y el Primer Premio Nacional de Poesía Corral de Bustos-Iffinger en 2011; entre otros.  



TÍTULO: "LA POESÍA EN MI DOCENCIA de la historia y la filosofía".

Félix Pacheco Granado. Cuba

Durante 48 años me desempeñé como Profesor de Historia y Filosofía, disciplinas que les resultan abstractas a la mayoría de los estudiantes; desde la primera clase que impartí me percaté de ello, por lo que constantemente busqué recursos para objetivarlas lo mejor posible. La palabra es el principal recurso que tiene el profesor. Me apoyé en fábulas, cuentos, anécdotas, dramatizaciones, obras de teatro, filmes, bibliografías complementarias, personalidades vivas, museos, galerías de arte y muchos recursos más. Pero el principal que utilicé fue la poesía: la escrita por numerosos y excelentes poetas reconocidos, también por otros no tan reconocidos, pero excelentes, y las confeccionadas por mí. La palabra puede servir para decir la verdad o la mentira. La forma más bella de la palabra es la poesía, la que habla de la verdad. La poesía que dice mentira, es tan fea como la misma mentira. Y como se trata de un ensayo respecto a mi experiencia personal en la utilización de la poesía, como un recurso válido para la mejor comprensión cognitiva de la Historia y la Filosofía (y también para otros ámbitos de la personalidad humana), no haré referencias a lo realizado por otros docentes, ni a teorías académicas y científicas, y sí incluiré poesías concretas de las empleadas por mí: en unos casos, los títulos, en otros, los textos de las poesías, sean de otros autores o mías. También referencias a hermosas canciones-poesías. Este no es un tratado académico, sino un simple ensayo. La poesía tiene varias ventajas por encima de todos los tratados científicos y académicos: no tiene que justificar nada de lo que dice con los recovecos, a veces fastidiosos y aburridos para el estudiante, en la aprehensión de los conocimientos (no es que no se utilicen esos tratados imprescindibles, sino que la poesía los induce, los prepara y les aclara el mensaje de los mismos y hace más emotivas e interesantes las clases, los temas). A veces el autor es desconocido y esto no importa. En lo académico y científico tienes que dar datos probatorios de todo para reflexionar. 

La poesía, si tienes los datos probatorios, bien, sino, de todas formas, la puedes utilizar y analizar su mensaje. Y la mayor ventaja de la poesía: además de los conocimientos que pueda aportar, va dirigida a los sentimientos, emociones y pasiones y también a lo axiológico. Porque el proceso docente educativo no se puede limitar solamente a brindar conocimientos, sino a crear una personalidad integral en los discípulos, y la poesía ayuda a formar también el otro componente: lo volitivo (la voluntad de ser, querer, poder y hacer). Porque como dicen dos poetas-cantores: Silvio Rodríguez en su canción "EL NECIO" ("Yo me muero como viví") y Joaquín Sabina en "NOCHE DE BODAS" ("Que gane el quiero, la guerra del puedo"), que ambas he utilizado en mis clases. Comencé a emplear las poesías en el segundo tema que impartí y las utilicé hasta el último, del último día de mi desempeño docente. Y las sigo empleando en todos los ámbitos de mi vivir. Así, las canciones de trabajo de la antigüedad; La Ilíada y la Odisea; los cantares de gesta; las oraciones religiosas en formato de verso (versículos); las poesías que escribieron los protagonistas de los hechos históricos y poetas que los vivieron o que reflexionaron en forma de versos sobre los mismos; las loas y elegías a los héroes y mártires de las revoluciones; también las que encierran un alto contenido filosófico, entre las que destaco las poesías de Antonio Machado, Miguel Hernández, Alberti, José Martí, Rubén Martínez Villena y muchos más. En 1995 cayó en mis manos un libro de poesías muy viejo y maltrecho: le faltaban muchas de las páginas iniciales y finales, de todas formas, lo leí ávidamente y allí encontré la traducción al español de una fábula francesa en formato de poesía titulada "EL FILÓSOFO Y EL BÚHO". Desde entonces es la primera clase (lección) que imparto cuando inicio un nuevo curso de Filosofía. La transcribo: "EL FILÓSOFO Y EL BÚHO. Por decir sin temor la verdad pura ⁄ Un filósofo echado de su asilo, ⁄ De ciudad en ciudad andaba errante ⁄ Detestado de todos y proscripto. ⁄ Un día que sus desgracias lamentaba ⁄ Un búho vio pasar, que perseguido ⁄ Iba de muchas aves que gritaban: ⁄ "Ese es un gran malvado, es un impío, ⁄ Su maldad es preciso castigarla, ⁄ Quitémosle las plumas así vivo". ⁄ Esto decían, y todas le picaban. ⁄ En vano el pobre pájaro afligido ⁄ Con muy buenas razones procuraba ⁄ De su pésimo intento disuadirlos. ⁄ Entonces nuestro sabio, que ya estaba ⁄ Del infelice búho compadecido, ⁄ A la tropa enemiga puso en fuga ⁄ Y al pájaro nocturno dijo: "Amigo, ⁄ ¿Por qué motivos destrozarte quiere ⁄ esa bárbara tropa de enemigos?" ⁄ - "Nada les hice, el ave le responde, ⁄ El ver claro de noche es mi delito". Cuando impartí temas tan complejos como la conceptualización del capitalismo, el socialismo y el comunismo, me auxilié de la poesía del mártir revolucionario salvadoreño y poeta Roque Dalton "SOBRE DOLORES DE CABEZA". La transcribo: "Es bello ser comunista, ⁄ aunque cause muchos dolores de cabeza.⁄ Y es que el dolor de cabeza de los comunistas ⁄ se supone histórico, es decir ⁄ que no cede ante las tabletas analgésicas ⁄ sino sólo ante la realización del Paraíso en la tierra. ⁄ Así es la cosa. ⁄ Bajo el capitalismo nos duele la cabeza ⁄ y nos arrancan la cabeza, ⁄ En la lucha por la Revolución la cabeza es una bomba de retardo. ⁄ En la construcción socialista ⁄ planificamos el dolor de cabeza ⁄ lo cual no lo hace escasear, sino todo lo contrario. ⁄ El comunismo será, entre otras cosas, ⁄ una aspirina del tamaño del sol." En el tema de la fidelidad a la Patria, al pueblo, utilicé siempre la poesía "FÓSFORO" del pedagogo cubano Raúl Ferrer. En mis clases se generaba una lluvia de ideas enorme, que la favorecían precisamente las poesías: se debatía de todo, de lo humano y de lo divino. Y en esa avalancha, los estudiantes se quedaban admirados de que, hombres guerreros, valientes y esforzados, escribieran poesías de alta sensibilidad hacia sus jefes y compañeros y también al amor de la mujer. En la primera arista, los conmocionaba que el gran Ernesto "Che" Guevara, al partir de México rumbo a Cuba, escribiera el poema "Canto a Fidel" ("Vámonos, ardiente profeta de la aurora, a liberar el verde caimán que tanto amas..."); o el que después fuera el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, también al partir desde México hacia Cuba para desarrollar la guerra libertaria, escribiera una de las mejores poesía-canción de gesta: "LA LUPE" ("Ya me voy de tu tierra, mexicana bonita, bondadosa y gentil... pues mi tierra me llama... a vencer o a morir... no me olvides Lupita, acuérdate de mí"); o que dos jóvenes adolescentes revolucionarios cubanos: Luis y Sergio Saiz Montes de Oca, con 17 y 19 años respectivamente, ya tenían numerosas poesías escritas, entre otras, dedicadas a Carlos Marx, y que fueran asesinados salvajemente el 13 de agosto de 1957 por los sicarios de la tiranía de Fulgencio Batista, cuando se disponían a celebrar el cumpleaños 31 de Fidel Castro Ruz quien se batía heroicamente en las montañas de la Sierra Maestra por la libertad de Cuba. En Cuba, merece mención especial el poeta Jesús Orta Ruiz, conocido como "EL INDIO NABORÍ". Escribió sobre diversos temas, casi todos de la esfera humana. Pero fue un cronista poético de la Historia de Cuba, sobre todo, de la última etapa de la Lucha de Liberación Nacional (1952-1958), y en especial de la Revolución en el Poder (1959-Hoy). Fue un maestro de la décima (espinela). Me atrevería a afirmar que casi todos los cubanos hemos leído y utilizado en una u otra forma u ocasión sus poesías: yo constantemente en mis clases. 

 Escribí la Historia Universal en formato de cuartetas en tres libros ("Versear la Historia. Libro Primero. Desde el origen del hombre hasta 1640"; "Versear la Historia. Libro Segundo. Desde 1640 hasta 1914" y "Libro Tercero. Desde 1914 hasta el 2000"). Pero la educación tiene también un fuerte componente afectivo (dentro del todo de la personalidad). Durante 34 años trabajé en los Institutos Preuniversitarios (Bachillerato) en que las edades fluctuaban generalmente entre los 15 y 18 años. En esa edad, el amor, las relaciones de pareja, tienen un lugar significativo en la vida de esos jóvenes adolescentes. Y los varones son generalmente tímidos para acercarse a las muchachas y no saben cómo expresarle y conquistar el amor de las mismas. Tenían mucha confianza en mí y me pedían ayuda. Yo les daba poesías y les explicaba cómo utilizarlas en ese sentido. La más demandada era la que se titula "Para conquistar tu amor". El hombre de carne y huesos, que su padre era terrateniente, y él abogado con una inteligencia inconmensurable, que en una sociedad capitalista hubiera podido acumular una multimillonaria fortuna personal y familiar, dejó todo tipo de ambición a un lado, se puso al frente del pueblo de Cuba, encabezó la lucha revolucionaria desde 1952 hasta su muerte en 2016: Fidel Castro Ruz, es un tema recurrente de análisis en los programas de estudio de Historia y Filosofía en Cuba. Además de los libros contentivos de su obra, y de las obras escritas sobre su personalidad, documentales y otros medios, confeccioné y utilicé una poesía sobre él, que empleaba en mis clases, que me proporcionó una mejor comprensión de su vida y obra. La titulé "EL UNO" (en el Concurso Turquino del año 2006 con motivo de su 80 cumpleaños, convocado por el periódico cubano "Juventud Rebelde" obtuvo uno de los premios). Un tema también recurrente en todos los ámbitos de la vida es el de la felicidad: en el de las relaciones interpersonales, de la familia, de la sociedad, del trabajo, del amor... y también en el docente. De una u otra forma mis alumnos lo traían a colación. Como elemento importante para guiar su debate elaboré una poesía que me ayudó mucho. Su título es precisamente "La felicidad". También escribí los hitos fundamentales de la Historia de Cuba (acontecimientos, personalidades, avances, retrocesos, peligros) con enfoque filosófico, que me fue muy útil (todavía lo es) en mi ejercicio de la docencia. No es posible trascribirlo en el marco de este relato. Se titula: "UN HOMENAJE A LOS MÍOS" (en Cuba, la expresión popular "EL MÍO" o "LOS MÍOS", supone una identificación y aceptación total hacia la (s) persona (s) que se le (s) dirige). Mis últimos 14 años los laboré como profesor de Filosofía en una Universidad Política, cuyos alumnos eran adultos de todas las edades. Continué con la utilización de las poesías y los otros recursos de siempre, fue un éxito total: muchos me confesaron que por primera vez en su vida entendían la Filosofía (la mayoría eran graduados universitarios, incluso con la categoría de Master y Doctor en Ciencias). Reitero que la palabra puede servir para decir la verdad o la mentira. La forma más bella de la palabra es la poesía. La poesía más hermosa de Cuba es la propia Revolución Socialista Cubana, y la escribió (la escribe) el pueblo cubano. La poesía es otra arma para su defensa. He recibido diversos reconocimientos, pero el mayor y mejor me lo han dado los que fueron mis alumnos, cuando ya profesionales consagrados, los encuentro (me encuentran) y me dicen que, las fábulas, los relatos, anécdotas, y sobre todo las poesías, les sirvieron para todos los ámbitos, incluida su vida profesional, privada, familiar...

Es mi experiencia en la poesía como docente de la Historia y la Filosofía. Así fue, es y seguirá siendo. Otros tienen las suyas. Debían aportarlas sin temor.

Félix Pacheco Granado (Ciego de Ávila, Cuba; 1951). Profesor de Educación Superior Especialidad Historia. Máster en Ciencias de la Educación. Profesor de Historia y Filosofía durante 48 años. Jubilado. Tiene más de treinta libros escritos (publicaciones en antologías y revistas). Varios premios y menciones nacionales. Finalista y Mención Especial en algunos concursos internacionales.  



POÉTICAMENTE APRENDE EL HOMBRE

Florencia Franco Figueroa - Andrés Borregales. España

Los antiguos sofistas griegos concibieron al proceso que hoy llamamos educativo como algo eminentemente dirigido hacia la formación del orador ya que se sabía de la jefatura del discurso y de la autoridad de la palabraen toda actividad del animal político, es decir, en los auspicios por la construcción del porvenir humano. En los años de Platón, el ciudadano griego era aquél de cuyo verbo se esperaba algo más que sólo quejas y palabras vacías, siendo que debía saber comunicarse con precisión y de manera convincente, respaldando con argumentos los fundamentados de sus ideas, única vía para orientarse no sólo a sí mismo, sino a toda la nación.

La verdadera función del sofista en la ciudad-estado era participar de la confección de un tejido que se compartía a través de ese pacto simbólico que es palabra y del cual adquiere ésta su valor. La orientación hacia la luz en el proceder fue el motivo primario, el culmen de la motivación del sofista, no sólo porque hablar bien lo hace lucir a uno más elegante, sino porque el discurso construido por cada ciudadano de la polis es su propia ética, su propia visión del ser y del estar.

Cada ciudadano construye de su decir su propio ethos, o sea su propio camino en el mundo a partir de la revelación que le es dada en su relación con la palabra, o sea, con el otro a partir de su propia naturaleza. De ahí que los discursos constituidos en las ciudades por el trabajo inconsciente y creador de las funciones poéticas de la lengua, no sean otra cosa sino la materialización del verbo hecho carne que se llama Historia Universal y que se pretende enseñar en los colegios como algo que pasó y no como algo que está pasando a cada momento.

Así construímos mancomunadamente las metapsicologías que conocemos como discursos y los habitamos como quien se acuesta a dormir y sueña profundamente. Tan hondamente habitan el verbo y la poesía como el hombre y la vida cotidiana, en un estado aletargado y embrutecedor del cual quizás solo el contacto con la mística y la poesía puede despertarnos. De esto habla quien educa, pues así hablaron los poetas, quienes estuvieron entre los hombres mucho antes que los sofistas y filósofos. Durante los tiempos de los sofistas la elocuencia y el arte de combatir a través de la dialéctica hablada fueron los caminos por los cuales se pretendió elevar la opinión pública y el espíritu de toda una sociedad.

El bien-decir era considerado un arte en sí mismo y a su vez una destreza que los hombres podían desarrollar, pues hablar era de cierta forma como recibir una misión sagrada, a saber, la educación de sí mismos como oradores. La vida entera del individuo y con él el destino de toda la especie no es sino una oración de un texto que se escribe con el cuerpo, de ahí que la Historia de la Humanidad sea la gran fábula de esa escritura real que han sido las mismas vidas de los individuos de la especie.

Antes de ser filósofos y sofistas los primeros hombres fueron poetas, pues como niños en quienes la imaginación y la fantasía es aún más viva que la reflexión y el juicio, construyeron un hábitat propio a partir de la reunión en grupos, el seguimiento de leyes y el cumplimiento de tradiciones. Homero, Hesíodo, Sófocles, Safo son miembros de esa tradición de poetas y poetisas que recibían de las musas las palabras sagradas a través de las cuales se narraba la historia misma de las ciudades-estado griegas, por lo que la poesía - antes que la filosofía y la lógica - fue la primera de las artes y el primer estado de la materia humana. La poesía es la esencia de nuestra condición y la Historia que nos une como parte de una misma polis. Por supuesto es el lenguaje una de las tradiciones humanas más antiguas y sólo a través de ésta podemos recorrer ese nudo que amarra el lazo social y por tanto a la comunidad poética.

La palabra poesía es de origen griego, poiesis, y su traducción a su vez nos remite a "invención", pues los poetas son antes que cualquier otra cosa "inventores" de mundos, creadores de ideas, constructores de sueños y liberadores del alma. Los poetas son esos pocos que no sólo han conseguido comprender el mundo a través de la palabra sino también "crear el mundo" por medio de ella, ya que la palabra tiene una función propiamente creadora, por eso ese antiguo mito comienza diciendo "en el principio era el verbo y el verbo era Dios".

Ahora bien, todo niño es por naturaleza un poeta ya que su ocupación fundamental es ante todo el juego, el cual se basa siempre en la creación de un mundo propio y subjetivo. En el juego y su creación, el infance encuentra una gran dosis de placer y de goce, lo cual permite sublimar sus preocupaciones más apremiantes e íntimas al tiempo que expande las dimensiones de su tiempo y su espacio. Si algo caracteriza al niño es la curiosidad pues la ignorancia es la madre del asombro y a su vez la causa de la investigación, de manera que el deseo de saber y conocer el mundo es para el infante no sólo algo nuevo en términos de sensaciones, sino la posibilidad de aquello que aún está por nacer.

¿Y cómo hacemos para transmitir lo valioso y puro de nuestra tradición como especie, sin saturar al mismo tiempo el corazón de la infancia con tradiciones muertas y sepultadas? Sin duda, hemos de considerar al juego y al acto de jugar, como una cosa muy seria. "Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí", nos recordaba Friedrich Nietzsche cuando postulaba como última y más elevada transformación del espíritu al niño. El filósofo planteaba que el hombre, al igual que el camello, lleva en un comienzo sobre sí las cargas que otros han ido poniendo en su lomo, y que al cansarse de soportar ese peso, éste podía convertirse en un león, es decir en alguien que lucha por deshacerse de esas cargas impuestas, logrando a través de esa batalla encontrar aquello que siempre estuvo ahí y logrando devenir por tanto en aquello que verdaderamente se es: Un creador natural, un poeta, es decir, un niño.

Recordemos que los mismos orígenes de nuestra especie son poéticos ya que provienen de los poetas que cantaron los auspicios de los pueblos a los dioses, así como guiaron a la nación en el desarrollo de su pensamiento, siendo que la memorización de los versos heroicos era la manera de recordar la Historia de la Ciudad, de su hacer desde el génesis. Es por ello que la educación debería aspirar a ese recorrido poético que induce a la invención y a la creación de nuestros propios orígenes, siendo este el heroísmo de la vida cotidiana al que la educación poética puede inspirar. La verdad de la poesía radica en que nunca es un punto de llegada sino más bien un punto de partida.

Así como los sofistas utilizaron primero la retórica - o el arte de la persuasión - luego Sócrates optó por la dialéctica o lo que en la antigua Grecia se llamaba dialegesthai que es el arte mismo de la conversación, un proceso de aprendizaje mediante un extenso diálogo entre maestro y alumno en el cual el primero actúa haciendo la labor de "comadrona" - curiosamente la profesión de la madre de Sócrates - o sea, ayudando al alumno a dar a luz un pensamiento o una idea. Sin embargo, Sócrates se rehusaba a considerar que "educaba" a los ciudadanos, sosteniendo que en realidad su intención era la de mejorar la doxa de los mismos, es decir, elevar a la opinión pública su propia apertura ante el mundo*. La meta que Sócrates suponía con respecto a la educación trataba de orientar al sujeto sobre sí mismo, lo que suponía descubrir sus propias verdades. En este sentido, educar poéticamente orientaría sin dudas a liberar la imaginación creadora del pensamiento embrutecedor de una repetición dogmática. Sin embargo ¿No sucede a veces que confundimos educar con adoctrinar? La educación siempre ha tenido y tiene más relación con orientar y liberar, mientras que por el contrario, el adoctrinamiento se basa siempre en la imposición de conocimientos previamente estatuidos. Es decir que, mientras el adoctrinamiento limita y obtura, el verdadero proceso educativo es más bien guía hacia la liberación del hombre y de su espíritu, renovación de su asombro por los misterios de la vida.

La Historia de la humanidad refleja que la educación es un proceso trabajoso pero satisfactorio, pues desde los albores de las gentes el juego ha sido la poesía por medio de la cual se comprueba el mismo principio universal en la etimología de todas las lenguas, en las que los vocablos son traslados de nuestros cuerpos y de las propiedades de los mismos a la significación de las cosas de la mente y del ánimo, que es donde finalmente se espera que surta efecto lo que llamamos educación.

Platón se refería a la educación como "arte de las artes" ya que todas las demás eran un efecto de haber sido debidamente educados, es decir, emancipados. Un educador verdadero es aquél que cultiva y apoya la imaginación humana, pues siempre que el alumno esté dispuesto, puede encontrar en el estudio y el trabajo un goce, un goce que sólo es capaz de despertar en nosotros el amor al saber. 

Florencia Franco Figueroa, (Buenos Aires, Argentina, 1990) Psicoanalista, escritora de las novelas "La predicción del oráculo" y "Comunicaciones secretas" y de ensayos "Las funciones poéticas de la experiencia analítica" y "Sociedad viral", entre otros. Ambos dirigen juntos desde hace dos años el ciclo de charlas - debate "Tardes de psicoanálisis" en el Centro Cultural Cronopios de Barcelona.

Andrés Borregales, (Caracas, 1990) Psicólogo, Psicoanalista. Escritor de numerosos ensayos, tres de ellos presentados en las Jornadas de los Colegios Clínicos del Campo Lacaniano en España en los años 2017, 2018 y 2019 y autor de los libros "Los pliegues de la subjetividad" y "El topoanálisis".



LA ESCRITURA DESDE LO RESIDUAL

Karina Piriz. Argentina

Hacia 1976 ingresaba en la escuela primaria, aquella cuyos niveles se definían por conocimientos previos que debías tener antes de poner un pie en el umbral de mármol de la misma: saber leer y escribir. Con seis años ya se esperaba un conocimiento bastante cercano a la alfabetización, de lo contrario tu destino estaba marcado: te incorporaban al grupo de "primero inferior". Primero superior era lo más cercano a la sabiduría y el temor de no poder formar parte de esa cofradía inquietante hacia las penurias de tus padres, más aún si ellos apenas habían terminado la primaria o como era mi caso, mi mamá todavía hablaba cocoliche y no había pasado de un paseíto por la escuela mientras venía en camino la hermana menor, así que finalmente estaba destinada a la crianza del ganado, allá por la Calabria. Para papá el trabajo de barrendero constituía un cuidadoso reciclado de obras que de otra manera jamás hubieran llegado a mis manos. Los residuos de la materialidad de la escritura iban llenando los estantes reciclados de una biblioteca hecha a mano, forrada con un plástico reciclado, de madera de aserrín prensado que hasta tenía debajo de la tapa del escritorio un cajón para guardar lo útiles. La valoración de la lectura y la escritura se formó en mí con los residuos desechados por algunos, recuperados por otros y procesados por una mente estimulada e inquieta. Esta elaboración de los recuerdos, las lecturas, las pocas imágenes de pantallas casi inexistentes revelan un tiempo de dictadura, mezclado con el mundial 78' y la revista infantil Anteojito de García Ferré.

La escritura de un Diario fue mi primer contacto con la palabra escrita. Tras pilas de Billiken amorosamente compradas durante semanas y años, entre libros recogidos en conteiner y bolsas sacadas a la calle como basura, que habían sido rescatadas por la mirada del barrendero, mi padre descubre a Álvaro Yunque y Mujercitas. Descubre la literatura, la ciencia, la palabra. Un día se enfrentó a la voz de su hija, traicionó la confianza asomándose al diario, a lo que no quería oír... descubrió, desnudó el narrador e irrumpió en el mundo de lo posible para enclaustrar al escritor en el mundo del deber ser, de lo oculto, lo pernicioso e íntimo.

Cuando llegó la democracia, la señorita hippie nos dejó cantar las canciones prohibidas por la dictadura y con ella llegaron los cuentos "Un elefante ocupa mucho espacio" , "La torre de cubos" y las canciones de María Elena Walsh que acompañamos con la guitarra, mi seño y yo, para el día de la primavera.

El acceso a la escritura no podría estar configurado sin un primer acceso a la lectura, a la palabra que graba en el inconsciente cierto sentido de lo no dicho e imposible muchas veces de decir. En mi economía escrituraria (De Certeau, 2001) , la escritura tomó la forma del interlocutor en el cuál confiar, aquél que sabía que no podría decir aquello que no le estaba permitido. Mi tía me había regalado un hermoso diario de cuero, y me explicó cómo era el formato de escritura: "Querido Diario". Diario era mi confidente, la apropiación de la escritura (Rockwell, 2000) que yo había hecho no tenía que ver ya, nunca más en mi vida, con el viaje a otras vidas, ni otros mundos, sino inmediatamente con la catarsis de lo propio, con la escritura del yo con la apropiación, acceso y disponibilidad de la cultura escrita (Kalman: 2004) que me vinculaba directamente a la poesía de protesta, a Joe comiendo kilos de manzanas para terminar la novela.

Pero como la palabra tiene esa doble forma confidente y arma para trascender los míseros pensamientos de los narradores, esas palabras llegaron, con otro sentido, a otras mentes para las cuales no estaban destinadas o no podían aceptar la voz quien las había plasmado. La escritura había equivocado los lectores y traicionado a su creador. Papá no debía haberse enterado de las "rateadas" en la primaria, de los primeros novios o la atracción sexual por mi primo o de las travesuras en la escuela.

La escritura y la oralidad estaban vinculadas en un texto que no dejaba lugar a dudas: era una charla interrogatorio del ser para establecer los acuerdos y compromisos que la existencia se debía. Siguiendo a Giorgio Cardona (1994), la escritura como práctica cultural se va transformando ante las exigencias de las condiciones materiales, sociales, institucionales. En aquellos tiempos, entrada ya la escuela secundaria un mundo maravilloso trajo a Nietzsche, conocí a una excéntrica bibliotecaria y la libertaria profusión de estantes llenos de declaraciones tan revolucionarias como negar la existencia de Dios. Esa posibilidad dentro de una situación social carente de recursos materiales definía claramente quiénes tenían la posibilidad de pertenecer a la lectura y la escritura y quiénes no. Realmente esto no sucedió gracias a una maestra de primer grado que vio que aunque mis primeros trazos en el cuaderno de hoja finita (porque era el económico) dejaban agujeros terribles, había allí el deseo de aprender. No sucedió el día que no fui sancionada por estar husmeando en el altillo de la escuela entre calaveras y animales embalsamados: no sancionaron mi curiosidad. No sucedió porque las palabras pueden traer y hacer voz de aquellos que no pueden y eso vieron en mí mis maestros y lo intuía mi padre.

En este momento en que me proponía la escritura de un ensayo, utilizo mi "lengua dominguera" (Blanche-Benveniste:1986) y me resulta hasta imposible el relato argumental puro o el relato ficcional. Me asalta la memoria de la profesora de literatura del secundario que con su consigna "escriban como Miguel de Cervantes Saavedra" logró conjeturar mi primer acercamiento a la escritura, a la docencia, al escritor que hoy intento ser.

Notas

https://www.todohistorietas.com.ar/ferre3.htm

https://www.infobae.com/tendencias/estilos/2019/09/07/billifest-en-18-fotos-el-festival-en-el-que-la-revista-billiken-festeja-los-100-anos-para-toda-la-familia/

Bornemann, E. (2008). Un elefante ocupa mucho espacio. Buenos Aires: Alfaguara Infantil.

Dvetach, L (2012). La torre de cubos. Buenos Aires: Alfaguara Infantil.

Certeau, M (2001) La invención de lo cotidiano: artes de hacer. I, Volumen 1

ROCKWELL, E (2000) La escuela cotidiana (México, F.C.E).

KALMAN, J (2004) Saber lo que es la letra: una experiencia de lectoescritura con mujeres de Mixquic. México. Siglo XXI

CARDONA, G (1994) Los lenguajes del saber. Buenos Aires. Gedisa.

En Lectura y vida: revista Latinoamericana de lectura, Volúmenes21-22. Colaborador International Reading Association. Editor Oficina Latinoamericana de la Asociación Internacional de Lectura, 2000  

Universidad de Michigan

Karina Piriz (Buenos Aires, 1971) Licenciada en Letras (UBA). Se desempeña hace 28 años como docente en diferentes niveles educativos siendo actualmente Profesora de Literatura en escuelas secundarias del conurbano bonaerense donde desarrolla actividades de coordinación de talleres de lectura y escritura. Ha sido seleccionada en diversas colecciones literarias (Ed. Dunken) en Argentina y España (Ed. Letras con Arte).



POESÍA CON SENTIDO: Desmemorias, memoria, lecturas, reescrituras

María Silvia Pérsico. Argentina


¿Cuáles pueden ser los caminos para que la lectura sea una acción placentera y transformadora, tanto en lo que concierne a la comprensión e interpretación del hecho literario como en el compromiso que el alumno manifiesta con el aprendizaje?

Esta comunicación da cuenta de una experiencia realizada en el marco de la Cátedra de Literatura del Conservatorio Provincial de Música Juan José Castro, Martínez, Pcia. De Buenos Aires, durante el año 2006. Esta modalidad de trabajo se viene experimentando desde hace unos años y permite articular distintos tipos de discursos: informativo, literario, así como posibilitar el desarrollo de distintas habilidades relacionadas con la lectura: leer expresivamente, desarrollar la propia exploración con la escritura creativa, describir e interpretar textos literarios, principalmente poesía.

Se partió del estudio del fenómeno poético, por un lado; que no es otra cosa que comprender la esencia misma del lenguaje, de nuestro idioma. Comprender que existe un código para hablarnos de lo mismo, que existe un sentido logrado por el hermetismo de las imágenes, que se puede llegar a la médula y reflexionar sobre nuestra propia forma de leer, de escribir, de comprender la poesía.

Distingo seis momentos en las actividades trabajadas en torno al núcleo temático resumido en el título:

  • Comprensión del fenómeno poético. Aquí destaco el trabajo sobre poemas seleccionados: Crótalo, de G. Lorca. Búsqueda de la imagen contemporánea: Escarabajo sonoro/araña de la mano/ te ahogas en tu trino de palo. También, a partir de la lectura de dos poemas de J.L.Borges: El verdugo, El inquisidor.
  • Comprensión del marco histórico- cultural de los años '70, a partir de exposiciones y lecturas.
  • Propuesta de consignas de escritura a través de las lecturas poéticas: búsqueda de palabras a partir de grupo consonántico; collage poéticos a partir de versos seleccionados, mosaico poético, escritura individual y grupal, lectura en alta voz, escritura de un poema sobre un objeto significativo de la infancia, con la inclusión de onomatopeya asociada con el objeto.
  • La producción textual de cierre: Crear un guión poético a través de la selección de estrofas, versos, palabras de poemas de la época de la dictadura; utilizando técnicas similares a las anteriores. Cada selección implicó un nuevo texto y así sucesivamente. Se seleccionaron letras de canciones y se escucharon, también, registros sonoros del rock de la época. Los alumnos organizaron los fragmentos elegidos y, de esta selección, un guión fue construyéndose: primero un bloque, después, dos y tres y, al final, una secuencia organizada en bloques de sentido. A nuevas lecturas, nuevas reescrituras y así, sucesivamente, hasta dar por finalizado el texto. Se leyó el guión en alta voz, con intención.
  • Creación de la música que enlazara los bloques. Selección de fragmentos musicales.
  • Integración de texto, música, gesto, palabra dicha. Finalmente, ensayo de cada bloque del guión.
  • Presentación para alumnos y docentes de la institución, con posterior intercambio: Guión poético-musical sobre retazos de poesía argentina de la dictadura.

El rescate de la memoria histórica desde la Literatura: Propuesta institucional, una enseñanza vivencial de la literatura.

El tema del ciclo partió de una propuesta institucional y de la Dirección Artística Provincial. Un objetivo importante en el área artística es el de poder lograr que los alumnos aprecien las obras de arte, más allá de su campo específico, la música. "Decir década del '70 es decir desaparición y exilio. Hay que olvidar; no saber, fue una de las consignas del momento."(Masiello, F. p.12). La experiencia intentó hacer memoria y buscar comprender, con el convencimiento personal de que quienes vivieron momentos claves de la cultura, puedan ser transmisores y colaborar en el marco de las transferencias pedagógicas que se realizan desde el rol docente. "Escribir otra historia también significa escribir una nueva historia de la literatura. La tarea no es tan difícil: hay que empezar por las ausencias."(Porrúa, A. p.70)

Habiendo observando positivos resultados logrados en experiencias anteriores a través de la enseñanza de la literatura y al entrecruzar la lectura de textos con la escritura creativa, se abordó este tema eje y se propuso a los alumnos un proyecto de estudio de la poesía y la producción textual. Se leyó la mejor poesía de la época oscura de la última dictadura, marginada, devastada en su momento, hoy rescatada de las cenizas. La experiencia cerró en un contexto sociocultural, la Semana de las Artes, desarrollada en la misma institución.

Un enfoque con certezas y algunas ausencias

La experiencia logró mostrar otro modo de enseñar la Literatura en una institución superior artística en la que se forman intérpretes y docentes de música. Ya está instalado el debate: ¿Enfoque historicista o centrado en la apreciación de la obra de arte, con producción y contextualización social? "No es tanto cuestión de 'dar de leer' como quien da de comer en boca, sino más bien de habilitar la lectura, habilitar la perplejidad, el deseo, el desequilibrio, la búsqueda de indicios y la construcción de sentido (...) Viajar hasta la médula del lenguaje, habilitar la lectura desde la facilitación de herramientas para comprenderse como lector, intentando posibilitar un encuentro" (Montes, G.)

Explorar el propio lenguaje y la creación colectiva e individual desde un taller de escritura. "Podríamos definir el taller de escritura como una modalidad en la que se privilegia la producción y en la que los textos producidos son leídos y comentados por todos. (...) Pero más allá de cuáles sean los géneros con los que se trabaje (literarios o no), la invención y la experimentación tienen un lugar central en un taller de escritura. Las consignas del taller plantean una exigencia de descentramiento, de salirse del lugar habitual para adoptar otro punto de vista, una mirada más o menos extrañada sobre el mundo y sobre el lenguaje. En esta suspensión de las leyes que rigen la cotidianidad, el trabajo de taller se asemeja al juego." (Alvarado, M.)

El guión avanza entre lecturas, selección de palabras, versos. Nuevas escrituras, semana a semana, incorporando poemas, canciones, versos, palabras.

"El cotejo de los resultados y la evidencia de la diversidad de resoluciones que son posibles para una misma consigna constituyen una parte importante del aprendizaje que el taller de escritura promueve. (...) Leer y escribir son prácticas significantes equivalentes en correlación con el texto. Ambas se constituyen en ese espacio, siendo -por otra parte- la condición necesaria de la configuración del mismo [...]. Desde esta perspectiva teórica, el taller se postula como el espacio en el que esas prácticas significantes se ponen en escena. El taller es también una ocasión para investigarlas"(Alvarado, M.).

La experiencia logró, también, un impacto formativo, pues a su presentación asistieron alumnos de otros cursos con sus docentes, quienes reflexionaron sobre ese momento histórico, posibilitó un encuentro entre los lectores alumnos de los textos poéticos, el encuentro entre artes, el encuentro con un público que dio paso a la reflexión sobre la etapa histórica. 

BIBLIOGRAFÍA

· Alvarado, M. 2001. "Enfoques en la enseñanza de la escritura." Entre líneas. Teorías y enfoques en la enseñanza de la escritura, la gramática y la literatura. FLACSO - Manantial, Buenos Aires1.

· Masiello, F. 1987. "La Argentina durante el proceso: Las múltiples resistencias de la cultura." Ficción y Política. La narrativa argentina durante el proceso militar. . Alianza Editorial.Buenos Aires.

§ Montes, G. 2001.Mover la historia: lectura, sentido y sociedad. Simposio de Lectura. Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Madrid.

· Porrúa, A. 1990. Traficando palabras. Poesía argentina en los márgenes. Libros del Quirquincho..Buenos Aires. 

María Silvia Pérsico (Buenos Aires, 1952) Escribe poesía y cuento. Dos poemarios: Húmeda de espuma, 2009 y La línea baila, 2020. Premio La Rosa Blanca por la difusión de la literatura infantil, La Habana, 1997. Premio Nacional Carmen Báez, México, Selección internacional,2003. Colabora en ODÁ, revista digital de danza. Especialista en Gestión de la Cultura por Universidad de Barcelona. Capacitadora en Expresión corporal. Profesora en Letras, formadora de formadores en artes y cultura.  



CREAR: del cuerpo al cuerpo

Santiago Landa. España

La concepción del proceso artístico como relación del cuerpo con el cuerpo, implica separarse de una visión del arte como proceso tendente a dialogar con un público a través de una obra terminada. Es la creación solitaria del cuerpo que desea espaciarse. Romper un aislamiento.

Es decir, todo se concentra en el mismo instante en que el proceso creativo arranca, un instante en que el espacio externo y la temporalidad interna se van a encontrar en una contracción del cuerpo.

Este encuentro es, por tanto, en un movimiento del cuerpo que anuncia algo. El deseo quiere ser convertido en hecho, en realidad dada, que acaso sea capaz de volvernos un reflejo. Pero ese reflejo no es re-presentación, sino presentación, no está en lugar de, sino que Es, como aletheia.

El cuerpo del que hablo es también espacio que se expande hacia el encuentro con lo otro, es espacio relacional. Ese espacio de acción es, a su vez, espacio transicional propio expandido. Ese espacio transicional es la potencialidad de ser más allá del calor materno, como espacio donde se empiezan a jugar las categorías de la realidad.

Por tanto, siguiendo ese razonamiento, estamos en un espacio que ha rebasado con mucho el espacio transicional, un espacio del cuerpo expandido como espacio relacional y de acción.

Estamos, por tanto, en el tacto de la piel con la piel, en el espacio liminar que nos define de lo otro, pero con lo otro, incorporado como reconocimiento. Somos aquello otro visto por el otro.

Pero entonces, ¿de qué aislamiento hablamos?

A partir de aquí la decisión es deseo de trascender el presente y anticipar, o bien retroceder al espacio transicional y la seguridad materna, como un repliegue que nos cierra el mundo y que por tanto nos aísla.

El cuerpo del que hablo se percibe a sí mismo y se expande más y más. En ese espacio expandido es donde estamos creando.

El espacio de acción es un espacio que trata de desligarse de los diversos territorios que constriñen nuestra libertad. Territorio que, aquí, entenderemos como aquellas acciones heterónomas que se justifican a sí mismas. Es decir, acciones que son sobre el cuerpo pero no para el cuerpo o desde el cuerpo. Los territorios empujan el espacio de relación, lo contraen, y anulan la acción autónoma y la libertad.

Este cuerpo crea del espacio y no sobre el espacio. Por tanto, no es un espacio neutro, vacío de contenido. Hay una superficie física del cuerpo que limita con lo otro. Hay un deseo de superar esa barrera y tocar, mezclar fluidos y transgredir los límites físicos. Hay un transgredir en el pensar y en la decisión del propio cuerpo de querer fluir y disolverse. La tendencia natural del cuerpo es disolverse y abrirse, abrirse y fundirse. El espacio físico es el lugar al que regresan los cuerpos. Pensamos el espacio físico, transitamos el espacio físico, transformamos el espacio físico, pero aún no somos el espacio físico. La creencia nos dice que habitamos el espacio físico, como si éste fuera un objeto neutro poblado de sujetos.

En el espacio físico se manifiesta la intersubjetividad de la acción. No puede ser neutro.

Por tanto, el espacio es cuerpo y por eso es creación del espacio y no sobre el espacio.

Los movimientos de la danza, los colores en un lienzo, el volumen expandido de una escultura que crece, toda la carnosidad de la creación del espacio. La voz que vibra en el aire, la música que se desvanece en la medida en que se va haciendo. Todo es espacio que es cuerpo expandido, que es acción intersubjetiva.

Ahora bien, ¿y la soledad que nos trae ruidos in-identificables? ¿Y el dolor que nos mutila el cuerpo? ¿Y los territorios que nos contraen, como queriendo un aislamiento del cuerpo? Pertenecen al espacio de la manera en que el dolor puede pertenecer al tacto, el silencio a la oscuridad, la caricia al despertar. La soledad puede ser un lugar de encuentro, como posibilidad de un deseo que quiere reificarse. La soledad puede ser el camino de salida del aislamiento.

El cuerpo solo en la soledad de crear, es cuerpo que busca cuerpo y por eso se expande ya desde su anticipación.

Ese cuerpo expandido se encuentra con la carnosidad del espacio; la modela, la tiñe, la hace vibrar o, simplemente, perturba su quietud. Esa carnosidad es entropía caótica que, sin embargo, tiende a un equilibrio, que, sin embargo, es capaz de dejarse atrapar, aunque tan sólo por unos instantes.

Es entonces que se desvanece y se agita con frenesí para desasirse y esperar otros equilibrios. El espacio así es el cuerpo entrópico, el cuerpo que regresa y que, al fin, se funde.

Hemos dado un salto a otro presente, que sin embargo retiene aquel instante de equilibrio como un no del todo pasado y, a la vez, nos suspendemos en la anticipación de un nuevo futuro como deseo. Es un presente, por tanto, tan lleno de nosotros, que no hay nosotros fuera de ese presente. Y, sin embargo, todo es en el cuerpo.

Surge la pregunta por la pertenencia a ese espacio o de ese espacio.

Podemos, entonces, hablar de la pertenencia del cuerpo al espacio o del espacio al cuerpo, o de ambas a la vez. Ocurre, según lo dicho, una fluencia que aniquila la perspectiva única, pese a que todo ocurre en el cuerpo como centro de ese crear.

¿Y cómo es esto posible? La propia carnosidad a-neutral del espacio intersubjetico como espacio del cuerpo expandido. La generación de un espacio de co-pertenencia de los cuerpos que buscan la piel de lo otro.

Es ello, por tanto, lo que permite un ingreso en la soledad compartida que nos cura del aislamiento.

Pero no es esta soledad la del individuo, propia de un cuerpo como sujeto, puesto en un espacio físico sin referencias. Es una soledad que toma de la carnosidad del espacio y, a su vez, vierte, como entropía naciente, en ese mismo espacio, un fruto cuya raíz se hinca en el espacio intersubjetivo de acción.

¿Y qué tenemos delante de nuestro cuerpo? ¿Y qué tenemos, sino nuestro cuerpo viajado por los sucesivos presentes que lo lanzan a un futuro incierto?

Y vuelta a empezar, con la mirada que de nuevo desvela y descubre en esa creación, un decurso ubiestesico que nos hace ser cuerpo para el cuerpo.

De nuevo el cuerpo y sólo el cuerpo abierto y fundido, enorme.

La creación, por tanto, es ese proceso de expansión de nuestro espacio que hace que el cuerpo vibre entre la dimensión temporal interna de un pasado y un presente anticipado; y que lo sitúa en un futuro posible como espacialidad para el cuerpo.

Como en cualquier acción que implica un deseo, pero con una incisión en el espacio, como herida de nuestro cuerpo, reconocible y palpable, conjugamos un espacio y un tiempo.

Tenemos una salida precipitada de un caos para terminar en un cierto orden o equilibrio que nos puede producir frustración o desaliento. La creación entonces necesita su espacio relacional, su propia expansión, que ya no es nuestra.

Qué queda sino esa falta de aliento, que nos sitúa en la vida, en la necesidad, en el seguir, en el crear de nuevo; que nos invita a tomar aliento y llenar todo ese espacio en torno, que es nuestro cuerpo en expansión. ¿Qué queda sino la soledad y el silencio que preludia el encuentro?

Santiago Landa. (Madrid, España)Licenciado en CC.Geológicas. Escultor. Escuela de artes Madrid./ Máster universitario en Arte-terapia. Universidad Autónoma de Madrid/ Filosofia. Universidad de Educación a distancia UNED.(estudios inconclusos). Actualmente trabajo y vivo en Lozoyuela (Madrid, España). Mi principal ocupación en los últimos 20 años ha sido en el ámbito de las artes plásticas (pintura y escultura). Compagino mi actividad artística con el trabajo como docente-terapeuta.



Primera Convocatoria Alegranza

Nómina de Autores y Textos seleccionados

El 31 de Agosto de 2020 finalizó la Primera Convocatoria Alegranza: Hacia una Eduación Poética.

En nuestra primera edición, la propuesta estuvo centrada en el goce y desarrollo creativo en el proceso de rehumanización. Hemos recibido aportes de países de Latinoamérica y de España. 

El equipo de Alegranza agradece el interés manifestado en la convocatoria, y destaca la calidad de los trabajos recibidos, y su aporte a la consolidación de la Educación Poética.

Los trabajos seleccionados serán difundidos en nuestras redes sociales y publicados en nuestra revista virtual, en una edición especial dedicada a la convocatoria.


PRIMERA CONVOCATORIA de "ALEGRANZA: Hacia una Educación Poética" 


La EDUCACIÓN POÉTICA es una propuesta que intenta plantear lineamientos básicos sobre la posibilidad de un desarrollo humanístico integrador, a través de la exploración y articulación de los lenguajes artísticos, el desarrollo programado de la creatividad y la construcción de una mirada global e integradora.

Desde la página de Facebook y el blog "ALEGRANZA: Hacia una Educación Poética", convocamos a docentes, estudiantes, artistas, intelectuales, y a cualquier persona, para que expresen sus planteos teóricos, experiencias o difundan contenidos vinculados con el tema.

BASES

1.Participantes: Podrán participar todas las personas mayores de 18 años, sin distinción de nacionalidad, siempre que sus trabajos sean presentados en castellano.

2.Género: Ensayo

3. Plazo de recepción de trabajos: Desde la publicación de estas bases hasta el 31 de julio de 2020 inclusive.

4.Temática de las obras: En esta primera edición, proponemos reflexionar sobre la importancia del goce y el desarrollo creativo en el proceso de rehumanización. Sugerimos a los participantes visitar nuestro blog a modo de orientación.

5.Forma de presentación: Se admitirán escritos de hasta cuatro carillas, en hoja A4 o Carta, letra TNR o ARIAL 12, con margen normal, a 1,5 espacios.

6.Envíos: Los trabajos deben tener un título, y estar firmado por sus autores. Al pie de las obras, se incluirá una biografía de no más de 5 líneas, acompañada de número de DNI, teléfono de contacto y una fotografía del autor. Se enviará en un solo archivo adjunto, en formato Word al siguiente correo electrónico: alegranzaconvocatorias@gmail.com Asunto: Alegranza_Título del Trabajo. Los envíos que no se ajusten a estos requisitos, no serán tenidos en cuenta. Los trabajos deberán ser inéditos.

7. Acuse de recibo: Dentro de las 24 horas, el equipo de ALEGRANZA dará acuse de recibo de los trabajos.

8.Proceso de selección: Recibidos los trabajos, serán evaluados por el equipo de ALEGRANZA. Se tendrá en cuenta el estilo, vocabulario y desarrollo de contenidos, como así también el cumplimiento de los puntos 5 y 6 de las bases.

9.Notificación a los seleccionados: Se realizará durante el mes de agosto de 2020.

10.Publicaciones: Los trabajos seleccionados serán publicados en la página de Facebook y el blog de ALEGRANZA Hacia una Educación Poética. Los autores seleccionados serán notificados al correo electrónico correspondiente a sus envíos. Los trabajos no publicados serán destruidos.

Nuestras redes:

Facebook: ALEGRANZA: Hacia una Educación Poética

Website: https://alegranza.webnode.com


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